Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Erik Pérez Calderón es un joven de 19 años de edad con parálisis cerebral y con gran determinación para alcanzar todos sus sueños, asegura su madre Leticia Calderón Martínez, quien desde hace dos años es su auxiliar en las competencias de boccia, deporte que el moreliano comenzó a practicar a los 12.
A partir del 2016 vivió sus primeros eventos como representante michoacano en Paralimpiada Nacional, mas lo hacía en la categoría BC2, destinada a paratletas con mayor independencia.
No obstante, durante el 2019 se le ubicó en la BC1, igual para deportistas con parálisis cerebral, empero requieren asistencia para mover la silla y las bochas. De esta forma, su madre entró en acción y, aunque con nervios, lograron colgarse la plata en la Paralimpiada Nacional del 2019, última justa para el deporte adaptado en el país.
Tras la presea, Alberto Frutis Solís, en aquel momento titular de la Secretaría de Educación de Michoacán, se comprometió, en un evento público, a darle una silla nueva y equipo para su disciplina. Dicho material nunca llegó y cuando intentaron contactarlo, tampoco hubo respuesta. Lo mismo sucedió con Edna Díaz Acevedo, la ex directora de la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid) le encargó un cuadro a Erik, ya que también cuenta con habilidades sobre el lienzo, pero al concluirlo, jamás se efectuó la compra.
Aunque el michoacano comparte que perdió la fe en los políticos, su progenitora y demás familia lo respaldan como pueden, pues las herramientas requeridas son costosas y en México no las distribuyen. Al ser un deporte poco conocido, llegan de Portugal, Brasil, Italia o Corea.
"El equipo consta de 13 bochas, son 13 pelotas: seis color azul, seis color rojo y una diana que es color blanco. Es un equipo muy costoso, están alrededor de 1,500 pesos cada bocha, más el envío", explica Leticia.
En los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 hubo certificación de marcas y algunas ya no fueron aprobadas como la usada por Erik, misma que es un préstamo de la Asociación Michoacana para Deportistas con Parálisis Cerebral, por lo que requieren comprar equipo deportivo nuevo para los filtros venideros.
De manera que la familia rifa, con boletos de 100 pesos, el cuadro al óleo hecho para Díaz, macetas con suculentas, cerveza y chocolate artesanal; artículos que se sortearán este 17 de septiembre a través de las redes sociales de Erik.
El 24 del mes en curso, Pérez y su madre viajarán a Aguascalientes al Abierto Nacional de Boccia, el cual es preselectivo para la Selección Mexicana que asistirá al Campeonato Regional de las Américas, Sao Paulo 2021 y da inicio al ranking del Ciclo Paralímpico 2021-2024, otra de las metas del deportista.
"Cuando me pongo la camisa de mi estado es un orgullo, pero una responsabilidad muy grande. Para eso trabajamos y trato siempre de dar mi mayor esfuerzo para traer un buen lugar. Si en algún momento llego a la Selección Nacional; uno de mis sueños es llegar a unos Paralímpicos, es lo que quiero y también sería un honor para mí representar a mi país", visualizándose en París 2024.
Sin embargo, el proceso no es fácil; para el certamen en tierras hidrocálidas deberán correr con todos los gastos de hospedaje, alimentación, transporte, inscripción y sus pruebas de Covid, ya que con el brote de la pandemia el recurso hacia el deporte adaptado disminuyó completamente, manifiesta Leticia.
Aun así, Erik no le teme a las adversidades y en las pocas competencias de los últimos meses, lo ha demostrado con medallas de bronce y oro, como la del Regional de Uriangato en agosto.
"Él siempre dice que 'no hay límites, los límites nos los ponemos nosotros mismos'. Si yo veo que él no tiene límites, no me queda más que apoyarlo y seguir con él adelante, hasta París, que espero me lleve", expone Calderón sobre su hijo, quien comenzó la carrera de arquitectura en la Universidad Tecnológica de la Construcción, un objetivo más que tiene desde niño.