Morelia, Mich (OEM-Infomex).- Es más maleza que cancha. En el único campo de futbol que se tiene en la tenencia de Atécuaro no hay la posibilidad de que una pelota pueda rodar libremente de lado a lado. Las hierbas, las heces de animales y un palo clavado justo en medio te llevan a pensar que hace mucho tiempo que no se disputa un partido en este lugar.
El jefe de tenencia, Irving Jesús Cortés, explica que se requiere de maquinaria para poder limpiar los drenes que se ubican en el terreno, además de una motoconformadora para que la zona quede perfectamente compactada. Aunque desde la administración municipal anterior se les hizo la promesa de llevar a cabo estos trabajos, hasta el momento no se ha concretado.
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“La semana pasada tuvimos una reunión con la directora del Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte (IMCUFIDE), Verónica Zamudio Ibarra, para organizar un torneo intertenencias en el que cada localidad pueda participar dentro de la disciplina en la que son más fuertes, pero también se comprometió a hacer una revisión de las instalaciones deportivas para poder darle mantenimiento”.
Además de la cancha de futbol, Atécuaro cuenta con una cancha en la entrada del atrio de la iglesia, la cual se usa para la práctica del baloncesto y el voleibol, mientras que los dos espacios restantes para el deporte se ubican al interior de la escuela primaria y la telesecundaria.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los niños y adolescentes de este país “tienen el derecho al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad, así como a participar libremente en actividades culturales, deportivas y artísticas, como factores primordiales de su desarrollo y crecimiento”.
No obstante, la falta de infraestructura en este rubro, sobre todo en las comunidades más alejadas de la ciudad, ha impedido que en muchas ocasiones los niños puedan acceder a este derecho. En este sentido, el titular de la Secretaría de Bien Común y Política Social del Ayuntamiento de Morelia, Adolfo Torres Ramírez, reconoce que de los 70 espacios deportivos con los que cuenta Morelia y que son independientes a las 14 unidades del IMCUFIDE, la mayoría requieren de rehabilitación.
Pese a ello, expone que para este año no existe un programa o algún recurso específico que se destine para atender la problemática, de tal manera que el respaldo se da de manera escalonada y con economías propias.
“Lo que hacemos es trabajar junto con los comités vecinales, nosotros ponemos el material y ellos la mano de obra. No tenemos una meta de rehabilitación en este 2022 porque nuestra prioridad es que podamos tener las clínicas municipales y los centros comunitarios concluidos, tal vez para el próximo año podamos destinar un poco de recurso para el tema de los espacios deportivos”.
Por otra parte, considera que las zonas deportivas más deterioradas se ubican donde la comunidad tiene poco interés por usarlas, pues ejemplificó que en la tenencia de Capula cuentan con una cancha de baloncesto en óptimas condiciones, lo que obedece a que existe una liga local respetable, mientras que, en contraparte, el parque lineal que se ubica a espaldas del estadio Morelos está en condiciones de abandono.
Para lograr que sea la misma comunidad o colonos quienes procuren los espacios, el funcionario municipal indica que se está aplicando una estrategia donde se designan encargados del orden, a quienes se les pide su apoyo para el mantenimiento cotidiano y fijar roles en el uso de las canchas.
Otro problema al que se enfrentan los niños y adolescentes de las tenencias o comunidades rurales para la práctica de alguna disciplina es la distancia que los separa de poder acceder a alguna de las 14 unidades del IMCUFIDE; por ello, la directora de la paramunicipal, Verónica Zamudio Ibarra, refiere que se están buscando convenios con el gremio del transporte público para poder trasladarlos.
“Estamos buscando aliados que tengan empatía con nosotros, un sindicato ya nos está ayudando, pero vamos a buscar a más personas, sobre todo a quien tenga líneas de autobuses, pues queremos que cuando vengan los niños y jóvenes de las tenencias sean por lo menos dos camiones, que puedan usar las acuáticas una vez al mes, que sepan que ellos también forman parte de Morelia”.
Zamudio Ibarra expone que es complicado señalar a una tenencia como la más retrasada en cuanto al tema del deporte, pero se inclina por Teremendo de los Reyes, ya que por los 43 kilómetros que la separan de Morelia, admite que por momentos quedan aislados.