Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Alberto López Torres quería ser futbolista, pero no lo logró, entonces decidió dedicarse al estudio, aunque nunca se imaginó que hoy en día sería el cuarto mejor taekwondoín a nivel continental.
“Sí, siento bonito ocupar ese lugar, pero no me gusta ser conformista, yo quiero ser el número uno”, afirma con una sonrisa.
El adolescente de 17 años nos recibe en las instalaciones de un club deportivo a las afueras de la ciudad. Su entrenador, Arturo Villegas ata a la cintura de Alberto el cinturón negro, el cual obtuvo a la edad de nueve años. Detrás de él, en el lugar, hay al menos una decena de niños que practican bajo la asesoría de dicho instructor.
Él era un niño muy hiperactivo, muy problemático, entonces sus papás decidieron meterlo a practicar taekwondo desde pequeño para que le sirviera como disciplina, además, asegura que es un deporte que sirve para el control.
Se retiró en el 2009, un año antes del accidente en el que perdió el brazo derecho, pero regresó al tatami después de ocho años de inactividad y tras largas horas de entrenamiento logró obtener su pase en el Nacional de Aguascalientes 2021.
El pasado 4 de junio, López Torres representó a México en el Campeonato Para Panamericano de Kyorugui Senior G4 en Cancún, Quintana Roo. “Sentí una gran responsabilidad, estaba nervioso, pero también lo disfruté mucho”, dijo.
En la última ronda compitió con el brasileño Fabricio Marques, quien le ganó 27 a 20; las dos primeras rondas son para sacar medalla y con cuatro para obtener el primer lugar.
Al preguntar sobre los retos a los que actualmente se enfrenta, el michoacano afirma que quiere ser campeón del mundo, llegar a los Juegos Olímpicos, sin embargo, confiesa que una de sus grandes debilidades es la desesperación. “Soy de las personas que quiere las cosas luego luego, (…) pero si trabajas día con día puedes conseguir logros muy grandes”, recalcó.
Alberto cuenta que, a pesar de que tiene el apoyo de sus padres, amigos, su entrenador y nutriólogo, en Michoacán sigue siendo un deporte muy mal apoyado por el estado. “Es un poco complicado y las inscripciones son costosas, aparte uniformes, viáticos…”, puntualizó.
El adolescente narra que no fue tan difícil canalizar la energía hiperactiva o la posibilidad que ya no podría realizar otras actividades, puesto que siempre fue muy deportista, además invierte su tiempo en otras labores como tocar el piano. “Nunca me he puesto límites, todo es mental, como dicen y es verdad, los límites te los pones tú”, confesó.
Actualmente Alberto se prepara para el mundial en China, a celebrarse el próximo mes de octubre, así como para los Juegos Olímpicos de Francia 2024.
Finalmente, al interrogarlo sobre qué piensa que le diría su yo del futuro, el deportista aseveró: “Que no le afloje, que siga el sueño, que no pase por mi mente dejarlo, porque esto apenas está empezando”.