Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– "Un juguete de madera soñó con barcos de papel" es un cortometraje de animación realizado con bajo presupuesto, cuyo leiv motiv es la búsqueda por articular "un concierto en tres movimientos", en el que "un antiguo ejército de barcos de papel es esclavizado por la música de un tocadiscos" y al descomponerse, las embarcaciones encuentran la posibilidad de rebelarse.
Esa descripción es la que hace Mauricio Hernández, egresado de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (antes CUEC) de la UNAM, quien en entrevista para El Sol de Morelia explicó que el corto es un "trabajo de tesis" en el cual buscó plantear "una estructura a partir del diseño sonoro y la música, que funcionara también como un concierto de imágenes".
Luego de comentar que durante su carrera realizó ejercicios de ficción y documental, señaló que este proyecto de animación surgió de un impulso por hacer de la falta de recursos económicos, una propuesta antes que una limitante.
"La estética del cortometraje está basada en las limitaciones que teníamos, no había presupuesto para generar puppets ni títeres tradicionales que se utilizan en animación, tampoco para construir un set muy elaborado", explicó.
De la interpretación de "Azul" de Agustín Lara –en voz de Natalia Lafourcade– a la música ruido que recuerda las experiencias vanguardistas del siglo pasado, el cortometraje se basa en tres momentos que, a decir de su director, van de la armonía "musical y visual" hacia la cacofonía y el caos, para desembocar en un "punto medio" entre ambas experiencias.
"Como parte de una tesis uno tiene que hacer una propuesta y tratar de articular algo nuevo... Durante la carrera desarrollé cierta aversión a la noción tradicional de guión, sobretodo como una estructura narrativa con desarrollo lógico", dijo al reconocer que su objetivo no es representar una historia en dichos términos, sino lograr que el trabajo audiovisual se disfrute "como lo hacemos cuando vamos a escuchar un concierto", refirió.
Puede interesarte: Ecos del volcán, documental sobre el éxodo de El Chichonal
Respecto a la austeridad de medios, agregó que la razón por la cual los barcos de papel están hechos con tickets surgió de haber tomado un programa escolar de intercambio, en el que guardó los papeles y, posteriormente, hiló el concepto de la animación con su habilidad para hacer barquitos de papel como pasatiempo.
A pregunta expresa sobre el lugar de la animación en festivales y foros, Mauricio Hernández advirtió que cada vez hay más escuelas y festivales que "abren ventanas" a la disciplina.
"Hasta este proyecto estoy en contacto con el mundo de la animación y encontré que en México se hace muchísima, además de ser muy diversa y propositiva... Por ejemplo en Guadalajara y ciudades como Querétaro, Puebla y la capital del país", precisó.
Sin embargo, reconoció que entre el gremio de cineastas formados en la ENAC, hay cierta reticencia hacia este tipo de trabajos, debido a la "línea editorial" de la institución, más centrada en el cine de contenido social.
"Sí hay cierto prejuicio sobre lo que la animación es o puede ser y eso lo encontré yo desde la escuela... el CUEC, ahora ENAC, se ha distinguido por tener una línea muy marcada hacia el documental y el cine basado más en problemáticas políticas y sociales", señaló.
Este trabajo compite en la 18° Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en la categoría de Cortometraje mexicano de animación. Sus horarios de exhibición son este jueves 29 de octubre a las 13:30 en Cinépolis Centro Sala 2 y por Cinépolis Klic a las 14:00 horas, con disponibilidad de 24 horas para su visualización y con restricciones en el aforo de cada una de las proyecciones.