Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Una tenue música inunda el salón, el volumen sube, sube y sube más... y de la nada Tinglado toma el escenario, la comedia en silencio había llegado a Morelia.
En el marco del primer Festival de Clown de Morelia, el payaso veracruzano Juan Pablo Tinglado llegó a la capital michoacana a sacar carcajadas a chicos y grandes.
En su acto que dura poco más de una hora, podemos observar lo sensible que es al ruido, como se mueve, gesticula y se altera cuando los sonidos aumentan.
Al poco tiempo también descubrimos, una peculiar obsesión con la limpieza, que lo lleva a sacar con sus utensilios a quien encuentra lleno de confetti.
Mientras la rutina continúa el público se vuelve pieza central del show, descubre un nuevo amigo a través de unos radios comunicadores, además de que, con un poco de desesperación y mucho esfuerzo, logra conformar una orquesta musical, a base de aplausos chasquidos y unos cuantos palos.
Al paso del tiempo, el divertido payaso de cara blanca, pantalones negros, camisa mirada y boina azul, se enamora. Consigue a la chica de sus sueños sin mucho batallar y bailan al son de un tango que él mismo eligió.
Pero la música no para ahí, un aguerrido voluntario decide darle una pelea de baile y al ritmo de un beatbox, se debaten las sonrisas y los aplausos, una competencia sumamente reñida.
Comienza a caer el filo de la noche y el show parece culminar, ya que después de una fiesta con globos de colores, el payaso empieza su último acto, un show de baile al ritmo de Pink Floyd.
Entre aplausos se despide, no sin antes recordar que su arte viene desde el Puerto de Veracruz, un lugar donde el teatro vive y suena.