Morelia, Michoacán (OEM- Infomex).- En la primera mesa de diálogo de Verso y Redoble, dos ponentes destacaron lo relevante que son las infancias y componer para estas. Elba Rodríguez y Zenén Zeferino, ambos compositores, compartieron sus experiencias en el Centro Cultural UNAM (CCUNAM)
El título de la mesa fue Nuevos sones para el público infantil y ahí la primera en hablar fue Elba Rodríguez, que mediante un tono más cercano a la conversación festiva antes que de la ponencia solemne, defendió a la composición musical porque esta tiene la posibilidad de "seguir mostrando a los niños lo que sus ojos ven y quizá no saben nombrar".
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Lo anterior no implica que carezcan de inteligencia, pues al contrario, tienen la posibilidad de entender y aprender de una manera fluida. Es por esto, que la composición para niños también tiene la función de "darles certezas de que podrán desarrollarse".
Le siguió Zenén Zeferino, el cual abrió su participación con el son El solecito, un canto para arrullar por las noches. A partir de ahí apuntaló un discurso en el que cuestionó el que no haya música tradicional en la programación de los medios de comunicación. La cuestión por atender es, dijo "ampliar el encuentro con los escuchas infantiles".
En su espacio también destacó la función social de la música, en específico con las infancia: "la necesidad de cambiarle a los niños lo que debe ser la vida o la humanidad".