Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Un recorrido por el paisaje y el patrimonio cultural del afluente que nace en Uruapan, a la vez que una propuesta para “repensar la idea del río en tanto patrimonio natural y humano”, con la finalidad de defender el territorio y sus recursos, anticipa El Río Cupatitzio: sitios históricos y aprovechamiento de su caudal, siglos XIX y XX.
En entrevista para El Sol de Morelia, el historiador Juan Manuel Mendoza Arroyo explicó que este libro colectivo surge de la preocupación por rescatar y dar a conocer la relación entre las tomas de agua que ayudaron a detonar el desarrollo económico de Uruapan y varios sitios emblemáticos de la ciudad, razón por la que –junto a los demás autores– se dio a la tarea de investigar la historia y el valor patrimonial de lugares como la fabrica de San Pedro, la escuela de Agrobiología y la empacadora, así como los vestigios de los canales, entre otros.
“Pensamos hacer un libro que tocara estos lugares, pero también que abordara temas como el paisaje cultural de Uruapan, es decir, cuál es la huella que ha dejado la sociedad en el paisaje; también planteamos cuestiones de patrimonio: por qué es importante preservar el río, el entorno y toda la micro-cuenca. En relación al patrimonio cultural indagamos sobre tradiciones inventadas y selectivas, a partir de algunas prácticas vinculadas al río Cupatitzio, como el ritual de las aguadoras”, explicó.
Fue un mapa de 1907 –encontrado en el Archivo Histórico del Agua–, el documento que guió al grupo de investigadores –conformado por Mendoza Arroyo, Isaías Gómez Sántiz, Leticia Bobadilla González y Brenda Griselda Guevara Sánchez– a estudiar los cambios en el uso del agua y los conflictos que éstos acarrearon en la perla del Cupatitzio.
“También el libro reflexiona sobre cómo la ciudad –desde el Porfiriato hasta 1980– tuvo una tendencia de crecimiento y de explotación de sus recursos y cómo hay cierta percepción de agotamiento del agua en la región, lo cual ha dado lugar a múltiples discursos de apropiación de un recurso escaso, como es el agua”, explicó.
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Asimismo, Mendoza Arroyo aseguró que una de las tesis de la investigación sostiene que en Uruapan “se debaten modernidades múltiples”, que conviven con el patrimonio cultural y las tradiciones inventadas y selectivas. Además señaló que puede leerse como “un mapa toponímico de lugares donde se aprovechó el agua y que dejaron cierta huella en el paisaje uruapense”.
“El libro es un llamado a la ciudadanía para que sea consciente de esos procesos, para repensar la idea del río como un patrimonio tanto cultural como natural y de la necesidad de apropiarnos de esos espacios para defenderlos”, advirtió.
Al respecto, señaló que es necesario “construir proyectos incluyentes para preservar los recursos, donde pueda participar la mayoría de la población”, fundamentados–para este caso– en “visiones interdisciplinarias sobre lo que es una cuenca hidrográfica, los recursos que la sostienen, la sociedad que se asienta en ella y cuáles son los procesos de apropiación de los espacios naturales y culturales”.
Subrayó que además de contar con una iconografía muy amplia sobre el Cupatitzio–principalmente con imágenes de las primeras tres décadas del siglo XX–, que muestran su proceso de transformación a lo largo de un siglo, el libro “es una propuesta para pensar una política ambiental de largo alcance que permita preservar los recursos en Uruapan”.