Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Los festivales “Royal Cheff”, “Queso, pan y vino” y “Mezcaliza”, entre otra decena de eventos realizados anualmente por empresarios locales, han tenido que ser reprogramados o cancelados definitivamente a causa de la pandemia.
En entrevista para El Sol de Morelia, Liz Valencia, coordinadora de los tres eventos arriba mencionados, explicó que solamente “Mezcaliza” alcanzó a realizarse en febrero del presente año, mientras “Royal Cheff” –planeado para el 20 y 21 de octubre– pasó al 14 y 15 de febrero del próximo año, mientras que el Festival del Queso, pan y vino se reprogramó para marzo, luego de cancelar a mediados de noviembre.
“Quienes organizamos este tipo de festivales sabemos que la mayoría de los expositores viven al 100 por ciento de ellos, pues la mayoría no tienen punto de venta ni están en tiendas departamentales, su única salida es andar en ferias, festivales y foros, dentro y fuera de Morelia”, explicó.
A escasos días de emprender “Mezcaliza” en la ciudad de Zamora, tuvo que poner pausa a sus planes debido a las indicaciones giradas esta semana por el gobierno estatal, en las cuales se advirtió de la prohibición de posadas, eventos, reuniones y todo tipo de congregaciones, ante la escalada de contagios en la entidad.
A decir de Liz Valencia, la estrategia del confinamiento “no es tan sana” para quienes –como ella– viven de organizar estos encuentros gastronómicos. Señaló que pese a realizarse en el jardín del Centro de Convenciones y Exposiciones (Ceconexpo) y tener “la disposición de hacer el evento de manera responsable y aplicar las medidas sanitarias correspondientes”, no se logró obtener la anuencia de las autoridades.
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“Los centros comerciales están llenos, hay una afluencia demasiado numerosa entre cuatro paredes. Nosotros no comprendemos cómo permiten que esos lugares abran, deberían ser más parejos. Las restricciones deben ser para todos los comerciantes, no para unos cuantos”, advirtió.
En relación a las afectaciones económicas por la suspensión de los festivales a su cargo, estimó que de 60 expositores en cada evento, cada uno vende “mínimo 20 mil pesos en dos días”, por lo cual la derrama aproximada que este año no se logró en cada festival asciende a un millón 200 mil pesos.
“Para nosotros lo más importante es que los expositores vendan, entonces no podemos tener un aforo de personas limitado porque no nos conviene, ni a ellos ni a nosotros”, dijo luego de explicar que los formatos virtuales no van con este tipo de eventos, “porque a la gente le interesa probar, convivir, interactuar con el productor y ser parte de las actividades recreativas”.
Además de los tres eventos mencionados, señaló que a lo largo del año fue suspendido el Festival del taco, el Festival del asado, el Festival de las carnitas, el “Gastro-cervecero”, “Oktober fest” y “Mezcalmanía”. Mientras “Morelia en Boca”, fue realizado de manera híbrida, pero muy limitado.
Por último, explicó que no sólo los organizadores resienten dicha suspensión –al invertir de 4 a 6 meses en planeación y gestiones–, sino decenas de artesanos, productores locales, chefs y cocineras, además de prestadores de servicio vinculados con este el giro gastronómico.