Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Luego de impartir un seminario inédito sobre el origen de la pandemia en relación al trato violento que los humanos tenemos con los animales, el filósofo y especialista en ética animal Patrick Llored (Universidad de Lyon, Francia), y el grupo multidisciplinario de participantes convocados por el Instituto 17 de Estudios críticos trabajan en un libro que tendrá por título “Un virus llamado Antropocentrismo”, volumen que parte del ímpetu colectivo por “hacer propuestas concretas para prevenir y enfrentar las pandemias”.
En entrevista para El Sol de Morelia, el investigador francés Patrick Llored señaló que llevar a cabo un seminario sobre las pandemias en medio de una causada por el Covid-19, fue, más que una provocación, la manera de proponer un cruce entre disciplinas científicas y humanidades para buscar que el pensamiento crítico saliera de su zona de confort y pudiese convertirse en agente de acción y cambio.
Quizá no hay mejor estrategia de adaptación o resiliencia ante una contingencia sanitaria, desde la academia, que comprender a cabalidad la tesis 11 sobre Feuerbach que Carlos Marx publicara en 1845: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo."
Eso se planteó Llored al buscar que un grupo de 30 historiadores, biólogos, antropólogos e ingenieros, se pusiera a reflexionar sobre las principales ideas que fueron propuestas antes de la pandemia, y a partir de ocho textos fundamentales, les impuso el objetivo de “poner en relación el pensamiento con la actualidad” para indagar sobre “las causas que han hecho posible esta crisis sanitaria tan grave de la que no hemos podido salir”.
“¿Cómo se llega a una crisis mundial? Desde cada especialidad y de cada historia personal, yo les pedí a los participantes que propusieran una solución para pensar la posibilidad de prevenir otra pandemia”, dijo al explicar que de ser un seminario teórico cuyo objetivo era comprender la crisis, las cosas se fueron dando hasta plantearse la idea de un libro colectivo “que pueda servir como un instrumento de divulgación para entender lo que está pasando”.
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El destino quiso que Llored encontrara en Morelia a personas que han hecho eco de sus trabajos sobre ética animal, entre ellas a Miguel Ángel García, fundador de la editorial Silla Vacía, quien se encargará de que “Un virus llamado Antropocentrismo” salga de prensas para noviembre de este año.
Para el investigador francés “el problema no es el virus”, sino las “formas de vida moderna basadas en el consumo, el desarrollo turístico y la movilidad”, las que contribuyeron a una propagación más rápida de “un problema que, en otros tiempos, hubiese sido contenido en lugares pequeños”. El problema es “cómo se ha mundializado el comercio”, advirtió.
“El virus no hace sino seguir un proceso histórico que tiene más de treinta años, es por eso que digo que no hay nada de natural, paradójicamente, todo esto se debe a que hemos entrado en una sociedad de consumo como nunca antes”, precisó.
La próxima revolución será antiespecista
En ese sentido, considera que México y América Latina, en general, son territorios fértiles para emprender una revolución anti-especista, es decir, un cambio de conciencia social que respete a los seres vivos por igual y abandone sus formas tradicionales de alimentación y consumo, por alternativas que no impliquen la violencia y la sobreexplotación de las especies animales y vegetales.
“Una sociedad como la mexicana está entrando en lo que se llama una sociedad de consumo y la idea es identificar a las personas que sean capaces de introducir esas ideas nuevas y no esperar –como en Europa– a que pasen 50 años para ver los problemas. Tenemos que actuar de manera inmediata”, advirtió.
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Reconoce que “el activismo ha fracasado por querer dar lecciones a la sociedad”, por esa razón él se deslinda de esa “superioridad moral” basada en el ejemplo. Cree más en el diálogo horizontal y el trabajo basado en la amistad y la confianza entre pares.
“Yo rechazo dar lecciones a la sociedad, a ciertos sectores que están en relación con la naturaleza y los animales… no soy nadie para decirle a la gente lo que debe de hacer. Lo que me interesa más es hablar con las personas y encontrar ‘conspiradores’ en todos los sectores de la sociedad, es decir, aquellas personas que desde su ámbito laboral pueden transformar a profundidad el campo en el que están”, explicó.
Y es que sabe que para politizar ese cambio de perspectiva no bastan las ideas, si éstas no se sustentan en “actos, ejemplos y testimonios”.
“San Francisco de Asís decía que lo más fundamental es actuar, mostrar que las ideas no son casi nada, sino lo que uno es capaz de hacer y lo que tú eres capaz de hacer va a convencer poco a poco a la gente a cambiar su manera de ser”, dijo al explicar que sólo con educación “podemos lograr que la humanidad transforme su relación con la naturaleza y los animales”.
Una educación, por cierto, que comience desde el nivel básico y oriente a los niños y niñas que es posible “tener otra relación con la naturaleza, con la vida animal, la vida salvaje”, para de esa manera “introducir esas ideas nuevas, en relación con la ecología contemporánea”.
Para Patrick Llored la revolución antiespecista debe ser también capaz de conciliar a los defensores de la ecología “que no siempre son animalistas”, con los animalistas “que generalmente no son ecologistas”, y en esa solución “encontrar gente, generar sinergia, crear esa confianza y esa amistad, para transformar a la sociedad desde esas ideas llevadas al libro”, dijo al enfatizar que las personas generalmente tienen más cosas en común, de las que imaginan, para idear alternativas nuevas y cambiar el mundo.