Para incrementar presencia femenina, abren taller de fotografía en Pátzcuaro

La finalidad de este curso es que las alumnas sepan que se puede plasmar un estilo propio desde la identidad femenina

Francisco Valenzuela | El Sol de Morelia

  · martes 22 de marzo de 2022

Foto: Cortesía | Amérika Arzate

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Con el objetivo de lograr un enfoque de género en el aprendizaje de la fotografía, la artista visual Amérika Arzate imparte desde inicios de marzo un taller exclusivamente para mujeres en el Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro, donde se revisa la historia de la disciplina que ha sido un desafío al considerar el predominio varonil tanto en el terreno cultural como en ámbitos periodísticos o de registro institucional.

En entrevista exclusiva, relata que una de las premisas de las que partió para invitar a este curso es que las alumnas sepan que se puede plasmar un estilo propio desde la identidad femenina, lo cual no solo queda en el discurso, sino que aterriza en la realidad cuando se analizan trabajos de artistas a lo largo de la historia y se hace un cruce con las propias perspectivas actuales.

El grupo que se ha reunido en el Jesuita es variopinto en cuanto a la edad y las actividades de cada una, pero han coincidido en hallar una identidad homogénea, como mujer, “porque desde el momento en que revisamos las tendencias del arte feminista, de cómo la mujer aborda el arte, hay ese clic en el que todas están de acuerdo, ahí nace una especie de verse en espejos que nos reflejan a nosotras”.

A partir de ese detonante, el primer módulo consistió en hallar la autorrepresentación desde una imagen, trabajando el retrato en sus distintos géneros, para luego ir al surrealismo, siempre teniendo en cuenta el cuidado de la técnica.

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Arzate refuerza el punto de partida sobre las necesidades del género en la medida de que varias de sus alumnas no se atrevían a incursionar en el mundo de los visuales a pesar de contar con las herramientas básicas: “Desde el primer día de clases me hicieron saber que incluso contaban con equipo semiprofesional, pero nunca lo habían desempolvado al considerar que la actividad tal vez estaba más enfocada para los hombres, por lo que de entrada ya estamos rompiendo con los miedos y atavismos, pero al mismo tiempo me genera una gran responsabilidad luego de ver que tienen tanto entusiasmo”.

Asimismo, en el taller se destierra aquella idea de que la mujer es la “musa” que inspira al artista, una concepción tan atrasada que ahora se rompe para abordarla desde el otro extremo.

Las opciones para capacitarse no solo en foto, sino en cualquier otra disciplina artística, se han vuelto casi nulas en el estado, reflexiona Amérika, quien lamenta que no haya incentivos desde la esfera pública para otorgar más cursos, talleres o diplomados especializados. Tampoco existen, de momento, programas académicos, becas o concursos que involucren tanto a artistas consolidados como nuevos talentos, lo que provoca, por un lado, que no se renueven las generaciones, pero también que se carezca de fuentes de trabajo para los capacitadores.

“Hace años que desapareció Fábrica de Imágenes, mientras que esfuerzos como Fotoviva subsisten con muchas dificultades. El gobierno no parece tener listo un plan serio de formación y eso es bastante triste y desmotivante”, concluye.