Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El pasado 11 de noviembre, la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) dio a conocer los resultados de su tercera Convocatoria de Novela Gráfica, en la que resultó ganador el michoacano Salvador Jacobo Torres gracias a su obra La Mala Senda. La decisión del jurado se basó en “la madurez y habilidad sobrenatural para dibujar del autor, así como el encuentro con formas narrativas poco usuales y llenas de sorpresas”.
Entrevistado por El Sol de Morelia, Salvador se muestra aún sorprendido por el reconocimiento, tanto, que prefiere esperar a que suceda la ceremonia de premiación pactada para inicios de 2020 en Argentina.
La verdad es que metí el trabajo de último momento, la última noche, y lo hice ya nada más por no dejar, porque nunca he creído mucho en el sentido de las convocatorias; no sé, soy desconfiado y apático, pero en este caso no tenía nada que perder
Lo que jamás pensó es que semanas después le llegaría un correo electrónico avisándole que le tenían buenas noticias, pues La Mala Senda había sido seleccionada como ganadora por el jurado. “En ese momento tampoco creí que había ganado del todo, porque además del premio principal, otorgan dos accésits, que son premios secundarios, sin embargo, me prometieron una llamada telefónica para dar más detalles”.
El suspenso se alargó por varios días porque la llamada no llegaba, pero a final de cuentas le ratificaron que sí, que su novela había obtenido el premio que, además de la UCCI, otorga la Editorial Sexto Piso y el Ayuntamiento de Madrid.
En su sitio electrónico, la organización reseña así a la obra del michoacano: “La mala senda es una serie de cómics acerca del ‘vagabundeo’ en la ciudad de México, donde los recuerdos, sueños y delirios se entrelazan haciendo aparecer una realidad hilarante y miserable.
Un camino por los vertederos de la urbe nos abre las puertas al crisol de los bajos instintos humanos y recorre azarosamente de la mano de un vagabundo las calles de la ciudad tropezando con personas, cosas e imágenes que componen un rompecabezas que no es posible armar por completo y que configuran un universo urbano de locura y desencanto”.
A Salvador le cuesta un poco de trabajo hablar de sus propias historias, no es un artista que traiga un discurso elaborado ni una jerga para impresionar a nadie. De perfil bajo, como sucede con muchos creadores talentosos, nos cuenta que La mala senda la comenzó a escribir en 2014 junto a su colega Nurivan Viloria Martínez, con quien además fundó la editorial independiente Mono Ebrio, dedicada a trabajos originales de ilustración, cómic, novela gráfica y derivados.
“Metimos algunas historias a una convocatoria de álbum ilustrado, pero nos rechazaron; a partir de entonces reutilicé las páginas que había construido para ilustrar los días de un vagabundo en la ciudad, puesto que yo viví en la CDMX por varios años”.
El primer capítulo se centra en un hombre en situación de calle que tras una decepción amorosa se derrumba por completo, por lo que camina sin destino alguno, sin nada que lo incite a vivir con plenitud.
En el segundo episodio veremos a un oficinista al que la fortuna le ha escupido en la cara: su esposa lo abandona, lo despiden de su trabajo y no encuentra otro camino más que vagar por las calles hasta que se encuentra con una vieja cantina, lugar que le hará pensar en la forma que desperdició su pasado.
Finalmente, la tercera parte aborda a un tamalero asesino inspirado en un caso real acontecido en Morelia hace ya varios años. “Hay un poco de humor negro en las historias, pero también se aborda el feminicidio como un elemento social en el contexto del México contemporáneo”, apunta Jacobo.
Tras la revisión de estos tres episodios, el Jurado concluyó que “la capacidad de crítica con la sociedad y con los problemas de violencia que atraviesan algunos países de la región iberoamericana, convierten a La mala senda en una obra de fuerza e intensidad, de búsqueda de la parte oscura del ser humano que interpela y sitúa al lector en un lugar incómodo”.
El premio
Según consta en su página oficial de Internet, el jurado del III Premio de Novela Gráfica Ciudades Iberoamericanas estuvo conformado por Rafael Coutinho, Abril Castillo, Frank Arbelo, Delius y Clara Lagos, quien representa al colectivo Chicks on Cómics, ganador de la edición anterior- y Santiago Tobón, editor de Sexto Piso.
El concurso tiene el apoyo en la difusión de la Secretaría General Iberoamericana, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica y M21, la revista y radio municipal del Ayuntamiento de Madrid.
Apuntan que en su edición 2019 recibieron 77 trabajos de 16 países, siendo México, Colombia y Argentina los más participativos, con novedosas propuestas de otras naciones como Alemania, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Perú. Estas cifras están muy por encima de los 20 trabajos recibidos en 2018 y los 35 que llegaron en 2017.
En la presente edición, la bolsa para el primer lugar es de 6 mil euros, mientras que cada ganador del Accésits se lleva mil euros.