Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Los museos en Michoacán están quedando en lo anacrónico, consideró la gestora y consultora cultural Erandi Fajardo, quien añadió que el argumento de la falta de presupuesto ya también es un argumento rebasado.
Entrevistada a propósito de la proximidad del Día Internacional de los Museos, conmemorado cada 18 de mayo, Erandi Fajardo añadió que los museos, que en Michoacán son parte, en su mayoría, de las estructuras de instancias públicas, requieren en la actualidad de esquemas de colaboración con la iniciativa privada y la comunidad.
“Creo que hace falta una renovación de contenidos, también el cambio hacia un modelo que están abrazando otros museos hacia un formato más hacia centros culturales que solo de exhibición, sino que sean espacios donde se puedan encontrar diferentes ofertas artísticas y culturales y un poco la clave para lograrlo es tener programaciones fijas”.
Y sin embargo esto ya ocurría en Morelia, como sucedió en su momento con el Museo del Estado antes de que fuera cerrado para los trabajos de restauración. Es de recordar que estas labores iniciaron el 11 de julio de 2016 y la finalización prevista estaba fijada en el 30 de noviembre de 2017, aunque fue entregada hasta el 26 de septiembre de 2018.
“Era un lugar de comunidad, ya había programaciones fijas de música, de talleres, incluso de réplicas de algunas festividades michoacanas; todo eso decayó porque estuvo cerrado mucho tiempo porque no terminaba de ser restaurado y ahora no ha logrado a ser de nuevo el espacio que era; es quizá el Museo que generaba una actividad que otros no lo hacen y sería importante que retomara esa relación con la gente”.
Con ella está de acuerdo Marco Antonio Zavala Corona, abogado de profesión y amante de la cultura, para quien la propuesta de los museos locales “en este momento ya resulta anacrónica y necesitan hacer propuestas donde los espacios estén vinculadas a otras áreas; creo que faltan ofertas pero no veo que haya una dinámica para hacerlos más vivos, están muertos a mi manera de ver, sus propuestas son interesantes pero con una vez que vayas es suficiente, regularmente no vuelvo a los que tenemos en Morelia”.
Además, la gestora cultural consideró que los museos han resentido la desatención del estado “creo que las administraciones anteriores han dejado muy cansado al sistema burocrático, pero también a los espacios y los propios empleados”.
Mientras que el argumento del presupuesto insuficiente ya es un pretexto, “porque parte de hacer una buena gestión es construir acuerdos con la iniciativa privada y la ciudadanía; puede haber consejos consultivos y patronatos donde esté no solo empresarios sino comunidad artística y los ciudadanos que se encarguen de asegurar que la difusión y contenidos se dé dentro del museo”.
Erandi Fajardo habla de administración pública porque muchos de estos recintos pertenecen a instancias de gobierno, como la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), la cual tiene a su cargo el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ), el de Arte Colonial (Macol), el del Estado y la Casa Natal de Morelos; también centros culturales: Clavijero, en Morelia; el Antiguo Colegio Jesuita, en Pátzcuaro y el Centro Regional de las Artes de Michoacán (CRAM), en Zamora.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) también administra cuatro de estos recintos en el estado, dos en el interior, que son el Exconvento de Cuitzeo y el Museo de Artes e Industrias Populares en Pátzcuaro; tiene otros tres en Morelia, que son el Regional Michoacano, la Casa Sitio de Morelos y la sala de exposición temporal del Hombre temprano en México en Palacio Federal.
La Universidad Michoacán de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) oficialmente sólo tiene al Museo de Historia Natural, aunque también se realizan exposiciones en el Exconvento de Tiripetío, el Centro de Información, Arte y Cultura (CIAC) y el Centro Cultural Universitario (CCU).
En los municipios se encuentran el Museo de la sede histórica del primer supremo tribunal de Justicia, en Ario de Rosales y la Casa museo Feliciano Béjar, en Jiquilpan. La iniciativa privada tiene al Museo del Dulce, en el centro histórico. Pero más que un espacio para la cultura comunitaria, como lo plantea Erandi Fajardo, es un atractivo turístico.
Sin embargo, la supervisora del lugar, Rubí Rangel Martínez, mencionó que no ha tenido una afluencia idónea “cuando tuvimos la parte más alta por pandemia el museo estuvo inhabilitado; ahora ha tenido más afluencia, pero no tanta, debido a la inseguridad, que sí ha repercutido mucho; en Semana Santa no tuvimos la afluencia de gente esperada y lo atribuimos a la violencia”.
