Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- El Museo del Estado cumple 35 años de haber sido instaurado en Morelia, tiempo en el que ha albergado diferentes exposiciones y eventos artísticos. Hoy en día se encuentra en plena remodelación y con una apertura parcial, pues se tiene contemplada una inauguración el próximo 25 de agosto.
Uno de los espacios más emblemáticos de este edificio ubicado en la calle Guillermo Prieto 176, Centro, es su botica, la cual intenta mostrar un fragmento del tiempo en que fue construida la casa que ahora ocupa el museo.
Es un sitio con una historia extensa tanto en su faceta de centro cultural como en su estructura misma, pues a decir de la doctora en historia Jaqueline Cortés Cortés, la construcción data del siglo XVIII; “la fecha más antigua de referencia es 1738”.
Cortés Cortés relató que en realidad hay pocas investigaciones sobre el espacio, del que se piensa, antes de 1738 había un jacal, porque en ese entonces Morelia era una ciudad, con un marcado carácter rural.
La especialista afirmó que la historia del sitio también está relatada en el libro Casas y familias de la muy noble ciudad de Valladolid, de Esperanza Ramírez Romero, pero es “muy difícil de conseguir”.
Por ello, afirma que el Museo del Estado fue construido por la Cofradía de la Encarnación en el siglo XVIII, en el predio que hace esquina con las calles Guillermo Prieto y Santiago Tapia, en ese entonces llamadas Jazmín y De la Amargura.
Los integrantes de esta cofradía, que era una hermandad ligada a la Iglesia católica, tuvieron en su poder al edificio hasta que la ley Lerdo de Tejada expropió bienes a los religiosos, en 1856.
Después pasó a manos de la hija de Isidro Huarte, Ana de Huarte y su esposo, Agustín de Iturbide, pero no la habitaron. Luego fue propiedad de otros particulares: “Antes el edificio llegaba hasta lo que hoy es el teatro Ocampo, pero fue fragmentada”, y a pesar de esas modificaciones, señaló que la casa que ahora alberga el museo “es de las pocas que quedan en Morelia con esa conformación arquitectónica de principios del siglo XVIII”.
Esos dueños consecutivos fraccionaron el edificio, le pusieron locales comerciales y un hostal. Fue hasta 1978 que el gobierno estatal compró la casa para abrir el museo, lo que pasó hasta 1986, ocho años después.
Espacio de referencia
La también historiadora Cleotilde Valle Carrillo trabaja en el Museo del Estado desde que abrió, hace 35 años: “En sus inicios, el Museo fue una institución que abrió posibilidades para que se conocieran los grandes periodos de la historia, pero la sección que más expectativa generaba era etnología, porque los michoacanos se identificaban”.
Añade en entrevista que “El Museo fue un instrumento para que maestros nos consideran parte de su programa, tuvimos gente de medicina visitando la botica y del Colegio de Michoacán en la sección de etnología”.
Ahora, se podrá tener de nueva cuenta contacto con la historia el 25 de agosto, pues a las 18:00 horas será reabierta la botica, junto a una conferencia del historiador Gerardo Sánchez, quien hablará sobre las prácticas de farmacia en el siglo XVIII.