Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Yolloxóchitl Piñón Flores es parte de las autoras que fueron seleccionadas para la antología Hechas de letras, que será lanzada en septiembre; pero antes de eso, ella hará en Casa Pulke otra presentación de su poemario Plenilunio en el Ocaso.
La particularidad de su obra, tanto en la antología como en el poemario, es que Piñón Flores no recurre a alguna tradición occidental, sino que escogió a los géneros japoneses del haikú y del tanka como espacios creativos.
En entrevista, Piñón Flores mencionó que además de esas publicaciones, lanzará otro libro donde también trabajará con ambos géneros literarios. Y es que son estructuras atractivas porque, dijo, en el caso del haikú es necesario contemplar con calma sobre la naturaleza, cosas que van a contracorriente del mundo actual lleno de prisas y ruido.
Pero no le resultó tan sencillo, pues le tomó a Piñón Flores prácticamente una década escribir Plenilunio en el Ocaso, "se requiere de mucha técnica, entonces hice como cuatro borradores" antes de quedar conforme con el trabajo.
Ese mismo trabajo tendrá una próxima presentación en Casa Pulke, aunque la fecha todavía esta por ser definida. Sin embargo, dijo, ya se puede encontrar su libro en lugares como la galería El Gran Calavera, El Traspatio Librería, el Colegio de Morelia y Yo leo librería, por mencionar algunos.
Los géneros y sus características
A decir de la poeta, el haikú "es algo muy auténtico, porque no le ponemos tanto de nuestro drama existencial, creencias o puntos de vista que tengamos". Por supuesto, el caso de Piñón Flores no es el único porque autores mexicanos como José Juan Tablada han escrito haikú "mientras que de los contemporáneos, considero que la mejor es la sonorense Cristina Rascón; a nivel occidental sería el filósofo y traductor Vicente Haya".
Añadió que el haikú es prácticamente una meditación budista, que habla sobre la naturaleza, el instante presente. "Nació en el siglo XVI y su creador fue Matsuo Bashõ (...) aunque tenga muy buena métrica, si no habla sobre la naturaleza no puede considerarse haikú", mencionó.
Por su parte, explicó, el tanka es un género donde el Yo poético habla sobre las pasiones humanas. Además, Piñón Flores refirió que el tanka es el doble de antiguo porque, dijo, apareció en el siglo VIII y eran "breves poemas de amor que se escribían a escondidas los amantes y los ocultaban en los abanicos".