Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).-Michoacán es un desierto, en cuanto al ejercicio de la literatura infantil se refiere porque hay muy pocos autores que cultiven el género, mientras que las convocatorias son inexistentes, según refirieron la promotora de lectura y gestora cultural María Guadalupe López Gaytán y el escritor Alan García Osorio, ambos entrevistados para este texto.
Entonces, el hecho de que existan pocos autores se debe a una forma de pensamiento que ubica a la literatura infantil como un género de menos valía, “al hablar de escribir para los niños, lo que he encontrado es que en el proceso de publicación se le considera algo menor, no existe el suficiente respeto al público infantil como para creer que un escritor dedicado a las infancias es tan válido como uno que le escribe a los adultos”.
La promotora agregó que lo anterior “tiene mucho que ver con que vivimos en un país muy adultocentrista, entonces si escribes para público adulto generas aplausos pero si lo haces para niños no te ven con seriedad, también falta una visión de escribir, editar e imprimir para infantes de una forma respetuosa, porque se cree que sólo debe ser textos que les digan que hacer y se pierde lo que realmente es la literatura para las infancias”.
Se trata de un paradigma presente en todo el país y que en el estado se manifiesta con pocos especialistas en el ramo, pues López Gaytán mencionó que no ubica a un moreliano dedicado al género con publicaciones en editoriales. Por su parte, García Osorio mencionó que está el caso de la dramaturga Ana Perusquía “quien ha publicado tres libros infantiles con la editorial Fernández, pero ni siquiera ella se dedica de lleno al género”.
Este medio consultó a la también promotora y gestora cultural Mara Rahab Bautista López, quien por un parte recordó que el lunes 21 de febrero tuvo un conversatorio virtual, que todavía puede verse en redes sociales de El Traspatio librería, en el que se habló “sobre los libros en lenguas originarias destinados a las infancias”. A nivel estatal, comentó que hay dos personas que escriben para infantes en idiomas indígenas, que son Rubí Tsanda y Elizabeth Pérez, aunque sus títulos “ya están agotados”.
Es necesario anotar que esos libros fueron publicados a través del proyecto Originaria, impulsado por la propia Bautista López y el cual fue sustentado de forma independiente por ella junto a la gestora cultural Ateri Miyawatl y la artista Celeste Jaime.
A propósito de los proyectos y de los mecanismos para concretarlos, López Gaytán afirmó desconocer si hay convocatorias en el estado, “a nivel nacional sí y en otros estados también pero aquí en Michoacán no”; García Osorio tampoco ubica que mecanismos de apoyo hay a nivel local, e incluso ironizó al respecto: “si hay una por favor que me digan”.
Al consultar en la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), se puede ver que hay una convocatoria de la Festival de Literatura Infantil y Juvenil (FELIJ) para un seminario de fomento a la lectura, que ya ocurrió en diciembre de 2021; también está otra de la Feria Intercultural del libro de Tacámbaro (FiliT), que insta a los niños a crear, que también cerró; pero no se ve si hay alguna para adultos interesados en cultivar el género.
Entonces ¿qué implica intentar hacer literatura infantil desde Michoacán?, García Osorio describe cómo ha sido ese camino “cuando encontré la literatura infantil me di cuenta que ese era el mundo en el que quería desarrollarme; pero he tenido más éxito como guionista que como escritor y no es porque no haya tenido puertas abiertas”.
“Dificultades para publicar son varias, pues en primer lugar no hay una red de contactos directos con editores, es decir, hay varias editoriales mexicanas con convocatorias, concursos y material pero la forma de acercarte a ellos cuando no estás dentro del mundillo es en la Feria del Libro de Guadalajara, si pagas el pase para hablar con ellos, pero fuera de eso no hay muchas opciones que yo conozca”.
En contraste, García Osorio expuso que el mundo del cine más bien impulsa la colaboración “de entrada sabes que al escribir un guion ese no es el producto final, es una parte de un proceso; entonces los mismos productores buscan que estés en contacto con ellos, quieren esa cercanía y en la literatura no encontrado eso aquí en Michoacán, a niveles más grandes sí”.
Esa falta de redes de apoyo se traduce en que quienes escriben material para los niños recurren a la autopublicación, según contó López Gaytán “cuando trabajé para la Secretaría de cultura de Morelia –en los inicios de la administración de Raúl Morón-, recuerdo que hubo trabajos jubilados que tienen propuestas de cuentos para niños y ellos mismos hacían la labor de alguien que les imprimiera y ellos mismos buscan cómo promover sus libros, no conozco a nadie en Morelia que esté dentro de una editorial que haga esa chamba por ellos”.