Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- De cara al centralismo que impera en la producción teatral de la entidad, trabajar en comunidades representa un desafío para quienes buscan romper esa inercia, refirió actor y director teatral michoacano, Diego Montero.
En entrevista para El Sol de Morelia, Diego Montero Vargas habló de la importancia que tiene promover y difundir el teatro “en lugares y comunidades donde difícilmente llega”.
Egresado de la entonces Escuela Popular de Bellas Artes (EPBA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), el joven director moreliano llevó, junto a la compañía Odisea teatro –gracias al programa Alas y raíces–, una obra por el interior del estado durante el 2012.
También perteneció a la compañía del Centro dramático de Michoacán (Cedram) de 2014 a 2016. Ambas experiencias le permitieron ver la situación del estado, respecto a cómo los recursos materiales y humanos se centralizan en la capital.
El Cedram cumple una función social importante, que tiene que ver precisamente con llevar el teatro a donde no lo hay y confrontarlo con población, que a veces ni siquiera ha tenido un primer acercamiento a las artes escénicas
Luego de trabajar en esta institución, con sede en Pátzcuaro, Montero Vargas buscó establecerse de nueva cuenta en Morelia, pero al no “hallarse” en la ciudad ni lograr un trabajo bien remunerado en el rubro escénico, decidió probar suerte en la ciudad de México.
“Yo ya no me encontraba mucho con el ambiente de Morelia. El interior del estado tiene una realidad distinta –a nivel teatral– de la capital, y además por una cuestión de crecimiento artístico, de ver más teatro y probar suerte, decidí irme a la capital”, explicó.
A pesar de reconocerse “reacio a la gran ciudad”, refirió que la experiencia del Cedram y haber fundado la compañía Córvido teatro –junto a Ana Gatica, Diana Becerril y Daryl Guadarrama–, lo alentó a cambiar de residencia.
“Hicimos una mini gira hacia la zona de Tierra caliente, con una obra llamada Los cuervos no se peinan. Como dos de los integrantes ya vivían en la Ciudad de México, metimos la obra al Centro cultural del bosque y después de muchos filtros, nos dieron medio año de funciones para teatro escolar y una temporada en el foro Xavier Villaurrutia. Con esa certeza de trabajo, fue más fácil animarme a migrar”, precisó.
Actualmente, Montero Vargas es actor de la compañía del Carro de comedias de la UNAM, tallerista del departamento de Alas y raíces de la Secretaría de cultura federal, así como co-fundador de Córvido teatro.