Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Un lugar común refiere que la lectura es poco practicada debido a los elevados precios de los libros, una noción con la que están de acuerdo promotoras como Mónica García, pero también hay quienes consideran que se relaciona con los hábitos de consumo. Además de que no se trata del único antagonista al que se enfrenta la difusión de la lectura.
A propósito de que este sábado es Día Internacional del Libro, indagamos sobre esta cuestión, la lectura, porque se trata justamente de quienes la ejercen los que dan sentido a la publicación de obras como la de Tolkien, Cortázar o Amparo Dávila.
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Ante la pregunta de si hay poca lectura por los precios elevados en los libros, la gestora y librera Mara Rahab Bautista responde que entran en juego otros factores: “creo que no tiene relación con el precio sino con nuestros hábitos de consumo; se relaciona con el capitalismo muy agresivo que, por ejemplo, nos impone muchas expectativas sobre la forma en que debemos lucir y se invierte mucho en la imagen y menos en cosas como los libros”.
Mara Rahab Bautista hace una evaluación a nivel social, mientras que la psicóloga y promotora de lectura Fátima Castro, se adscribe al ámbito educativo, que es donde se desenvuelve y donde dice percibir varias problemáticas, siendo la más relevante la de capacitación.
“El libro es y será una herramienta importante para la enseñanza de los niños y para sumergir a los niños en la lectura es muy importante la figura del docente, pero si este no está empapado será más difícil; se ve muy común que no hay comprensión lectora”.
Por tanto, Fátima Castro considera que las escuelas deberían ser semilleros de lectores, pero en general no ocurre, “porque se deja la carga curricular al conocimiento que la SEP (Secretaría de Educación Pública) pide y sí está contemplada la lectura, aunque muy poco”.
Otra cuestión que es necesario aclarar es la siguiente: ¿las personas que leen sólo son aquellas que adquieren el hábito cuando son infantes?, Fátima Castro menciona que sí puede hablarse de promoción a la lectura en todas las edades. Pero esto no es todo, porque también hay grupos específicos con los cuales se puede trabajar, como la comunidad sorda.
Quien ha realizado labores en dicha comunidad es Mónica García, académica adscrita al Centro Cultural de la UNAM Morelia donde desarrolla el programa de fomento a la lectura de ese espacio, además de que también es mediadora en escuelas, con grupos de scouts y en espacios independientes como El Traspatio librería. “El programa nacional de Salas de Lectura es valioso porque en los último que dieron había libros para niños; pero sí hace falta acervo para bebés, porque es importante que se vea a la primera infancia como público para promocionar la lectura”.
A propósito de los diferentes públicos, Mónica García añadió que dentro del programa de promoción del Centro Cultural UNAM Morelia existe el Lunes de cuenta cuentos con intérprete de lengua de señas mexicana “y la ventaja de este es que dentro del público tenemos personas sordas”; a raíz de esa experiencia, a la propia Mónica García le interesa hacer, de forma independiente, mediación de lectura en ese idioma porque la comunidad sorda “es una población todavía muy desatendida”.
Además, ella coincide con Fátima Castro respecto a la visión anquilosada del sector educativo público y también privado, “todavía piden que se lea determinado número de palabras por minuto y demeritan la manera en que la persona está comprendiendo. Como mediador sientes que no es posible todavía se sigan privilegiando ese tipo de cosas cuando lo más importante es que quienes lean comprendan”.
Aparte de la política que permea las instituciones, otra problemática ha sido la falta de organización entre las personas que hacen promoción de la lectura, una debilidad gremial que ha decir de Mónica García, ya están en proceso de solución.
“Antes no nos conocíamos entre nosotros y ahora sí porque ya nos estamos agrupando; pero sí falta respaldo de las diferentes instituciones involucradas en el fomento a la lectura, porque si bien es un trabajo voluntario sí se necesita el apoyo y hacer trabajo en conjunto y hay muchos esfuerzos interesantes y rescatables como la Feria Intercultural del Libro de Tacámbaro (FiliT)”.
La promoción de la lectura es benéfica para la economía, traída a flote por Mara Rahab Bautista “no se nos enseña que la cultura es algo en lo que se invierte, además de que nuestro consumo impacta y es importante eso se sepa, porque las librerías generan empleos, movemos el recurso de editoriales, correctores, ilustradores, traductores, de toda la cadena del libro”.