Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- En Michoacán, por la Sierra Madre Oriental se ubica el municipio de Angangueo, la cual es un pueblo que tiene un pasado minero. Su nombre se relaciona a las características de su geografía, “pueblo entre montañas” o “a la entrada de la cueva”.
En este municipio que también tiene la fortuna de recibir a la mariposa monarca, es también reconocido como Pueblo Mágico por su famoso y glorioso pasado minero, y que se encuentra rodeado de un paisaje montañoso con bosques de coníferas.
En el siglo XIX, el Mineral de Angangueo se convirtió en unos de los principales productores de plata de México. La riqueza de esta localidad atrajo empresarios y trabajadores en todo el país, quienes llegaron a participar en la explotación minera.
La minera llegó a su apogeo en la década de 1920, cuando se extrajeron más de 20 mil toneladas de mineral de las minas cada año. Pese que se ha disminuido la actividad, aún es posible visitar algunas de las antiguas minas de la región.
También otro municipio que tiene historias de riquezas y pérdidas de las mineras es Tlalpujahua, un pequeño pueblo aferrado a un cerro que ha sobrevivido a la tradición más hermosa de todo el año: La Navidad.
El pasado minero de Tlalpujahua se intuye en los detalles, como en los techos de lata de tantas casas, en las pequeñas capillas donde los mineros se encomendaban a la Virgen para pedir protección. Sin embargo, en 1937 terminó la minería de la región, que ocasión miles de muertes y solo quedó un vestigio de la explanada de la Torre del Carmen.
Hoy, actualmente, Tlalpujahua es conocido en México por la producción de esferas navideñas, y en cada temporada otoñal llegan miles de personas a la Feria de la Esfera para adquirir sus productos navideños, que están elaboradas artesanalmente. Además, también es un Pueblo Mágico.