Morelia, Michoacán (OEM- Infomex).-La sección más vulnerable en el proceso del libro está en las librerías, como lo confirmó la directora de Traspatio, Mara Rahab Bautista. Si bien podría pensarse que el internet las ha debilitado, las herramientas digitales fueron un apoyo clave para que los espacios de este giro en Morelia pudieran sostenerse en 2021, además de tener clientes jóvenes, según coincidieron los encargados de Oniros e Hidalgo, dos empresas de este mismo sector.
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“Creo que estos dos últimos años hemos aprendido a adaptarnos, ser flexibles y estar cambiando, el 2021 empezó con la esperanza de que finalizó el 2020, pero resultó ser un reto mayor, de que esta nueva forma de vida llegó para quedarse un buen rato y nos ha hecho cambiar hábitos, también los de consumo de libros”, externó la librera Mara Rahab Bautista.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), en el estado sólo hay librerías en Morelia, Uruapan, Zamora y Pátzcuaro. Pero las secretarías de Fomento Económico (Sefeco), de Cultura (SeCultura) y Turismo (Sectur) del municipio de Morelia no tienen registro respecto al número de librerías que hay en la capital michoacana.
Se estima que el promedio de lectura por esparcimiento es de 1.3 libros al año, aunque el 32.6 por ciento de las personas manifestó haber leído al menos un título el último año; sin embargo, los libreros señalaron que han notado un mayor interés de parte de los jóvenes hacia los libros.
En ese sentido, la encargada de la sucursal Allende de librería Hidalgo, Maribel Soto Castro, comentó que, aunque la clientela es diversa, ahora “tenemos mucho lo juvenil, vienen muchos chicos a pedir novedades, libros que andan de moda y libro extranjero, piden cosas que apenas salieron en España o Estados Unidos”.
Soto Castro mencionó que la librería logró superar los dos años de pandemia, aunque “ciertos meses hubo nada, abríamos sólo por abrir y en otros se recuperaba; en las fechas navideñas sí nos sube la venta, pero el 2021 fue menor al compararlo con los años en que no había pandemia, también por el factor económico, pues mucha gente prefiere gastar en otras cosas antes que en libros”.
Por otra parte, la red Educal- Fondo de Cultura Económica (FCE) en Morelia, ubicada en el Andador Nigromante, Laura Patricia Félix Rocha, encargada de la librería, comentó que 2021 fue un año bajo en ventas.
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“Todavía venimos arrastrando el fenómeno de la pandemia, muchas editoriales dejaron de surtir material y fue apenas en los meses finales que empezó de nuevo el movimiento, a circular novedades y se empezó a notar el cambio de material, un poco el flujo de venta y volvieron los clientes asiduos que no habían venido por la pandemia”.
Félix Rocha apuntó que a Educal llegan personas de todo tipo, pero dijo que “sí he notado más estudiantes que se emocionan con la difusión que hace el FCE con los libros de 21 para el 21 y las ediciones económicas de bolsillo, eso lo buscan mucho”.
La economía no es un limitante para los jóvenes que buscan los materiales que les apasionan, al menos eso es lo que ha notado Rafael Flores, dueño de la librería Oniros, localizada en los lindes del Centro Histórico con la Avenida Nocupétaro. En sus estanterías las obras de historia comparten espacio con las novelas gráficas “de pronto me sorprende, los chicos se compran sus sagas y se llevan cinco libros, ahora es más común que un chavito junte su dinero y se compre su colección de cómics”.
Además, Rafael Flores señala la transformación que necesitan lugares como el suyo “porque ya hay la facilidad del internet, las librerías se han tenido que adaptar y ahora pintan más pero ya han cambiado y desde mi perspectiva pintan más para ser centros culturales”, asimismo, el internet y sus redes sociales han sido una herramienta importante, al grado de que, mencionó que 2021 vendió mucho más por esas vías antes que presencial.
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En todo caso, mencionó que “la función del libro como objeto sí está cambiando, no sé en qué va a parar, pero creo sí tiene mucha vida por delante”.