Morelia, Michoacán.- Casi es mediodía y el calor se eleva por todo el terreno. Julio lleva en el cuello un pañuelo rojo, también un sombrero con la palabra “Chous” grabada al frente y unos lentes Ray-Ban. Agarra unas cuantas latas, sube a la grúa y mientras suena Sofi Tukker, rocía de aerosol la pared blanca ubicada en la parte trasera de la Biblioteca Central Francisco J. Múgica en Morelia.
Es el mural más grande de la Felix Ireta. 150 metros cuadrados y que lleva por nombre “El alma del libro”, una obra de Gran Formato por la celebración de los 44 años de la biblioteca ubicada cerca del Planetario, y que para Julio Ávalos, conocido artísticamente como “Chous” es muy significativo, pues creció cerca de la zona; fue un niño que salió de la Ventura Puente y que ahora expone en las grandes ligas.
Chous tiene 36 años edad, de los cuales 23 lleva dedicándose al arte urbano. Dice que nunca fue un niño bueno para los deportes, pero sí le gustaban mucho las caricaturas, los lápices, plumas y acuarelas. De pequeño tuvo un apego más a lo creativo visual y luego en la adolescencia se inició en el grafiti y le pareció que el aerosol era una herramienta increíble.
“Me inicio en el grafiti, pero no por el tema vandálico, sino que el aerosol era una herramienta increíble, también lo veía como un tema de adrenalina y de expresión, pero nunca lo vi como un tema profesional, es decir, no me veía en galerías”, refiere en entrevista para El Sol de Morelia.
Sin embargo, después de estudiar Diseño Gráfico se adentró a otro mundo y anheló verse como aquellas personas que hacían obras de gran formato. Detalla que en los pasillos del Sanborns entraba a ojear revistas y veía a OBEY, un muralista estadounidense, arriba de una grúa, pintando y sabía que algún día sería como él.
Ahora, Julio Ávalos dice estar orgulloso de sí mismo, pues de ser un pequeño que soñaba con ser un gran artista en las calles de la Ventura Puente, al día de hoy a expuesto sus obras en China, Berlín, Madrid, Praga, República Checa y Estados Unidos, por mencionar algunos.
El calor aumenta. En la parte trasera de la camioneta hay un montón de latas de aerosol y en el suelo cubetas varias de colores llamativos. La pared que un día atrás era completamente blanca, ahora tiene letras y símbolos y sobre ellos, los rostros de dos niños, un libro y algunos animales. Es una obra de gran formato, uno de sus trabajos favoritos.
“El Gran Formato es una obra que implica comunidad, equipo, mucho trabajo y es algo que disfrutas porque conoces a muchas personas (…) cuando me invitaron a hacer este trabajo recorrimos el lugar, yo me venía a patinar y jugar aquí, este espacio es muy significativo, es como desbloquear los recuerdos de infancia”.
Refiere que su trabajo se basa en la naturaleza, en las figuras orgánicas para darles vida a los muros grises que no dicen nada y que al pintarlos se recupera la naturaleza extinta, como una forma de honrar la vida.
Chous asegura que el idioma universal es el arte, pues lo puede entender cualquier persona, ya que es como hablar con el alma. Además, afirma que la galería más importante para él ha sido la calle, porque no es un lugar exclusivo y puede verlo cualquier persona independientes de su género y estatus social.
En ese sentido, detalla que hace un año fundó el proyecto Colora México que pretende recuperar espacios, hablar de las adicciones y ser una plataforma de apoyo para jóvenes con talento artístico: en resumen, para catapultar a las y los chavos que tienen el sueño de estar en otros lugares llevando su arte.
“Hemos trabajado mucho, es un proyecto que realicé con mi esposa Sofía Lavín, hemos trabajado mucho temas importantes como el de los migrantes y temas más fuertes y que ha cambiado el panorama de estos problemas”.
El artista comenta que hasta el momento han trabajado con alrededor de 600 niños y niñas de diferentes espacios y países como: Afganistán, Angola, El Salvador, México y Estados Unidos, y que pese a no hablar el mismo idioma, lo que los une es el arte.
“Todo se lo debo al arte, para ser una persona que no viene de escuelas internacionales y llegar hasta donde hemos llegado (…) mantengo a mi familia solo del arte, y mi felicidad también y no tengo palabras para expresarlo”, finaliza mientras sube a la grúa y hace realidad otro sueño.