Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- De José María Morelos y Pavón se ha hablado del talento que tenía como estratega militar y que lo llevó a ganar batallas como lugarteniente de los Ejércitos del Sur en la Guerra de Independencia; pero hay otro aspecto que en el que también destacaba el prócer de la patria: su afición por la academia y la gramática.
El historiador, profesor de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y ex director de la Casa Sitio Morelos, Jaime Reyes Monroy, relata a El Sol de Morelia la faceta más intelectual de Morelos, a quien describe como un hombre que le apasionaban los estudios.
"Uno de sus profesores en el Colegio de San Nicolás, llamado Jacinto Moreno, impartía gramática y hablaba de Morelos como un personaje que tenía gran aplicación, un gran mérito, con gran aprovechamiento y que había sobresalido entre sus condiscípulos".
Como consecuencia de su facilidad por las letras y la palabra, Jaime Reyes detalla que Morelos en su etapa como profesor en el año de 1796, supo ganarse a sus compañeros clérigos y a los propios alumnos del municipio de Uruapan.
"Un sacerdote se refirió a él y dijo que merecía el título de profesor de gramática y de retórica, ya que explicaba bien, tomaba en cuenta la opinión de los alumnos y predicaba el evangelio con gran entusiasmo".
Ya en su faceta como sacerdote, el historiador precisa que los documentos exhiben cómo la gente de Carácuaro lo calificaba como un constructor de los espacios sagrados y que en poco tiempo logró hacerse de una fama de un tipo sumamente comprometido con su feligresía.
No todo era miel
Sin embargo, el caudillo michoacano también proyectaba un carácter fuerte que no a todos dejaba con un buen sabor de boca y que inclusive llegó a generar protestas hacia su persona.
A decir de Jaime Reyes, cuando Morelos llega a Carácuaro en 1799 para ofrecer sus trabajos religiosos, buscaba involucrar más a la comunidad con trabajo en beneficio de la Iglesia; sin embargo, un grupo de indígenas que encabezaba Nicolás Saucedo, decidieron presentar una queja ante el obispo Antonio de San Miguel.
"Los feligreses que no estaban conformes, mandaron una carta en la que expresan que Morelos los regañaba y se molestaba constantemente con ellos, además todo esto, exponen que por si faltaba más, los maltrataba".
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Rebelde como se mostraría tiempo después, José María Morelos respondió a esa carta acusando a los indígenas de desobedientes, perezosos e insolentes, "y aprovechando, escribió que el sueldo que él ganaba, lo termina utilizando para comprar material que se ocupaba".
Dentro del ámbito militar, también se presentaron críticas a las actuaciones de los ejércitos que comandaba Morelos, pues la historiografía evidencia los saqueos y matanzas que se originaban en algunas batallas de la Guerra de Independencia.
El paliacate y sus hipótesis
El historiador es claro al referir que no existe nada documentado que explique el por qué Morelos usaba un paliacate sobre la cabeza, lo que da paso a la conformación de varias hipótesis.
"Mi teoría es que cuando se comienzan a hacer los primeros retratos de los héroes, en la iconografía queda plasmada esa imagen y es cuando se empieza a reproducir más o menos con los mismos principios, pero se sabe que la primera imagen que es fidedigna de Morelos es de 1812".
Reyes Monroy habla sobre una segunda hipótesis que ha tomado fuerza y que es más simple: El héroe de la Independencia utilizaba el paliacate en la cabeza porque era una prenda que le permitía ocultar su calvicie.