Morelia, Michoacán. (OEM-Infomex).- Una de las exposiciones más visitadas a lo largo de 2019 en el Centro Cultural Clavijero fue Paisajes del Dr. Atl, por lo que su permanencia se extenderá hasta el próximo 26 de enero.
La combinación de pinturas, fotografías y dibujo hacen de esta muestra un gran recorrido por la propuesta de este artista mexicano nacido en la ciudad de Guadalajara en 1875.
Gerardo Murillo Coronado, mejor conocido como el Dr. Atl, fue un importante pintor, filósofo, vulcanólogo, profesor e incluso caricaturista que destacó entre muchas otras cosas por sus paisajes y la obsesión lo que quizá es uno de los principales íconos del país: los volcanes, esos monstruos dormidos que de vez en cuando despiertan para acabar con todo lo que existe alrededor, o bien, que permanecen dormidos y solo ocasionalmente se reacomodan. Atl, habría de encontrar en ellos una inspiración permanente que se reflejó en cuadros gigantescos que prácticamente nos llevan a cada montaña, a cada pico, a cada falda de ese México bronco.
Por medio de óleos, dibujos a lápiz, carbón y tinta, además de fotografías ilustrativas, el también activista mexicano nos adentra en lo que ocurre cuando se vive cerca de cualquier volcán; cómo las grandes fumarolas se suman a un paisaje que a final de cuentas contrasta el impecable azul del cielo con el negro de las columnas que entonces serán la postal idónea para inmortalizarse en piezas museísticas.
Y es que pensar en Atl es pensar en Michoacán, pues el artista particularmente quedó maravillado con el volcán Paricutín, considerado el más joven del país pero también el que más pronto hizo erupción, provocando cambios radicales en la forma de vida de los habitantes que así tuvieron que rebautizar a sus pueblos. Por tanto, el jalisciense se tomó un tiempo prolongado no solo para pintar ese cuerpo inquieto, sino para dibujar las calles, los rostros, la fauna, la naturaleza y todos los elementos que se convirtieron en un asunto cotidiano para esa comunidad a mediados del siglo pasado.
Cualquiera de las formas expresivas de esta exposición dejará sorprendido al visitante; desde fotografías que captan a la perfección las gigantescas fumarolas hasta los óleos en los que podemos apreciar cada detalle de ese conjunto rocoso que tiene como testigo mudo a pequeños plantíos más secos que un desierto solitario. Este binomio no se expone de forma gratuita en términos curatoriales, sino que obedece a una manera de compartir el método del artista, quien muchas veces recurrió a la toma fotográfica para a partir de eso irse al proceso de pintura. Visto de esa manera, el tapatío no pensaba en la foto como una de sus habilidades netamente artísticas, pero al dejarlas como parte de su legado, resulta interesante explorar su metodología completa.
La expo llegó hace algunos meses al Clavijero en una colaboración entre la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (NBAL), con paradas anteriores en ciudades como Mérida y Guadalajara. El acceso es gratuito y aunque se había programado para irse a principios de mes, se desmontará hasta el próximo 26 de enero.