Morelia, Michoacán.- Con el objetivo de reflexionar sobre el extractivismo, la esclavitud y la agricultura en sus impactos a los ecosistemas, la editorial Garañona inauguró la exposición Selva Brava en el Centro Cultural Universitario de la UNAM.
Titulada Agricultura, extractivismo y derechos humanos, esta muestra toma como referente la técnica de la ilustración para abordar "cómo estas circunstancias atraviesan el territorio que habitamos", señaló la artista visual Abril Cira.
La devastación de los ecosistemas latinoamericanos es uno de los temas de esta exposición, tal es el caso de Michoacán donde la producción de aguacate, ligado al crimen organizado y la violencia, va arrasa con las áreas naturales "y que no solo tiene que ver con la economía sino también con los habitantes que estamos alrededor", mencionó.
Para esto, la editorial Garañona reunió en tres libros los relatos que suceden en las selvas latinoamericanas donde el extractivismo ha causado estragos ambientales y sociales "que han impactado la vida de los pueblos originarios y a la clase obrera".
Estos ejemplares reúnen a ilustradores del estado y uno de Veracruz. Los Desterrados de Horacio Quiroga y México Bárbaro de John Kenneth Turner estuvieron a cargo de los realizadores michoacanos Salvador Jacobo e Iván Montero, respectivamente. Mientras que La Vorágine de José Eustacio Rivera por el veracruzano Mario Hernández.
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Estas historias reales tienen su origen en las selvas de Latinoamérica y tocan el tema de la extracción desmesurada de los recursos naturales. En Argentina el mate, en Colombia el caucho, y en México el tabaco, resaltó la también artista sonora.
De acuerdo a los curadores de la obra, entre los que se encuentra el gestor cultural Nurivan Viloria, estas prácticas están ligadas a la desigualdad social y a la pobreza que han modificado la geografía y han puesto en riesgo las condiciones de vida de las personas en el país.
Así como la esclavitud de los pueblos originarios que han sido reducidos a manos de obra y que en algunos casos se ha llegado extinguir a comunidades enteras como el pueblo Yaqui, de Sonora, que fueron esclavizados en Yucatán para la siembra de henequen. Se calcula que más de 25 mil personas fueron asesinadas.
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En México, finalizaron, las empresas mineras de Canadá asentadas en Guerrero, Hidalgo y Sonora han contribuido a la degradación ambiental y al incremento de la pobreza que crea brechas económicas considerables.