Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Este martes inicia el Primer Seminario de Hacedoras y Hacedores de Danza en Michoacán/Visibilizando la Investigación, donde el coreógrafo y académico Diego Marín presentará los primeros resultados de un trabajo que ha realizado con profesionales de esa disciplina, con casos tanto de Michoacán como de Europa y Sudamérica.
Ese trabajo, mencionó en entrevista por video llamada –ya que él se encuentra en Francia- es una compilación que tiene por nombre Dance creative processes during the Covid-19 pandemic, una investigación que incluye más de 10 casos de distintos países.
Diego Marín afirmó que estos artículos serán publicados en su perfil de Academia.edu y serán de acceso gratuito, pero antes de que estén todos publicados y a propósito del seminario, el coreógrafo adelantó algunos puntos referentes a las problemáticas que enfrenta el gremio y las estrategias empleadas para superarlas.
Los problemas son, expuso, “muy variados porque cada país ha reaccionado a la pandemia de manera distinta, eso enmarca coyunturas muy específicas para comunidad. Es verdad que la mayoría de los artistas volteó a ver a las redes sociales y el mundo digital como una opción, pero muchos no están preparados para estas herramientas o simplemente no les interesa la danza a través de pantallas. Lo interesante es ver como la pandemia ha sido un punto de inflexión que ha llevado a los creadores escénicos a experimentar y re-concebir la expresividad del cuerpo y la escena en vivo”.
Lo anterior plantea la necesidad de accionar para encontrar soluciones, y ante la pregunta de qué tipo de estrategias se han seguido los profesionales de la danza, Marín afirmó que muchos “han recurrido a la intermedialidad, realizando creaciones digitales en tiempo real desde sus casas o con procesos de enseñanza, creación y difusión a través de la telecomunicación; otros han rediseñado sus estrategias de interacción física para mantener entrenamientos, ensayos y espectáculos presenciales; lo interesante es conocer cómo cada uno ha encuentro su propio método”.
Para dibujar todo este contexto, Diego Marín no dejó de lado el papel de las instituciones públicas, como las secretarías de cultura estatal y federal de nuestro país, porque “artículos exponen la opinión de los artistas en cuanto a este tema y se documentan a través de distintas fuentes las políticas de los gobiernos correspondientes que impactan al gremio dancístico”.
Sin embargo, el coreógrafo apuntó que en el primer artículo “hablo sobre las condiciones socio-políticas que Francia tomó para sostener la industria de las artes vivas; en los siguientes, se verán los contextos de México y Noruega”.
Por último, no sobra anotar que si bien Dance creative processes during the Covid-19 pandemic es un trabajo realizado por Diego Marín durante su estancia en Choreomundus, esta investigación “no es parte de mis estudios; quise hacerla porque he tenido la oportunidad de vivir en distintos países durante la pandemia, lo cual me ha permitido ver y experimentar de primera mano cómo los artistas resuelve su quehacer dependiendo de las circunstancias en cada país”.