Morelia, Michoacán (OEM-Infomex). Aunque diferentes políticos michoacanos han prometido instalar proyectos educativos orientados a la cinematografía, lo cierto es que a la fecha el estado carece de espacios institucionales para formar profesionistas en el tema. La más reciente oferta en este sentido la hizo Cardiela Amézcua, secretaria de Cultura municipal, quien en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia se reunió con la plana mayor de la gira de documentales Ambulante, a quienes les dijo que gestionará los recursos para que el programa Ambulante más allá llegue a la capital michoacana.
Con ocho años de existencia, el programa funciona como una escuela comunitaria que capacita por 12 meses a personas de escasos recursos para que aprendan a utilizar las principales herramientas audiovisuales y concluyan documentales que posteriormente son exhibidos como parte de la gira y también en otros festivales y foros. En este lapso, Ambulante más allá ha dado prioridad a comunidades alejadas de las grandes urbes, por lo que muchos de sus documentales están hablados en lenguas originarias como náhuatl, tseltal, zapoteco, mixe, entre otras. Dicha política de trabajo haría difícil que el programa se instale en Morelia, incluso en sus tenencias, pero como prometer no empobrece, la titular de la cultura municipal aseguró que en una charla con Diego Luna, fundador de Ambulante, se avanzó en el tema, sin dar más detalles de cómo o cuándo podría instalarse esta escuela itinerante.
Aunque Morelia había caminado al lado de Ambulante desde su fundación, a partir de este 2019 ya no formó parte de las ciudades sedes de la gira y tampoco lo hará en 2020. La falta de inyección económica por parte del estado y el municipio (cantidad que ronda en los 800 mil pesos) ha sido la causa para que los habitantes de la capital ya no puedan ver las diferentes secciones de estos documentales. Adicionalmente, la directora operativa de Ambulante, Roxana Alejo, afirmó recientemente que la exclusión de Michoacán ya no solo pasa por temas presupuestales, sino por la convicción de que la gira llegue a lugares donde no hay proyecciones de cine.
Escuela de guion “fantasma”
Era noviembre de 2012, cuando en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia se inauguraba formalmente la escuela de guion “Mauricio Magdaleno”, misma que tenía como sede un edificio en la calle García Obeso 159, a espaldas de la catedral moreliana. El instituto formaría parte de la oferta educativa del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC ) y se comprometía a ser “el mejor en nuestro idioma a nivel internacional”. Así lo propuso su entonces director Henner Hofmann y era respaldado por la titular de Conaculta, Consuelo Sáizar.
La ambición de la escuela parecía no conocer límites, pues se comprometieron a que algunos de los capacitadores serían Marina Stavenhagen, Carlos Carrera, Beatriz Novaro, Michael Rowe, Paula Marcovitch, Nicolás Alvarado y Guillermo Arriaga. También se habló de conferencias maestras a cargo de Vicente Leñero, Enrique Krauze, Eduardo de la Parra, Neil Gaiman, Robert McKee y el mismísimo Alan Moore.
En ese momento se informó que la céntrica casona fue adquirida en comodato y se aseguró que ya contaba con una biblioteca dotada con 558 títulos especializados, lo que fortalecía este proyecto que formaba parte del “sexenio del cine mexicano”, mote que Sáizar mencionaba con insistencia para difundir los supuestos logros en la materia durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón.
Al momento del acto protocolario, al que asistieron también los fundadores del FICM, se observaban aulas habilitadas con equipo de cómputo, una pequeña biblioteca y otros detalles que aparentaban el inminente funcionamiento del centro escolar, pero todo era un montaje, una escenografía para las notas de prensa. El tiempo transcurrió y la “Mauricio Magdaleno” jamás abrió sus puertas a ningún estudiante. Entrevistado por quien esto escribe ocho meses después de la falsa inauguración, Hofmann juraba que el proyecto seguía en pie y que el atraso se debía a trámites burocráticos de la entidad. Para ese entonces, el gobernador Fausto Vallejo había solicitado licencia por problemas de salud, quedando en su lugar Jesús Reyna García, quien no mucho tiempo después sería procesado por supuestos nexos con el crimen organizado. A Hofmann se le insistió si la apertura de la escuela estaba garantizada y siempre respondió en sentido afirmativo; ¿qué tendría que pasar para que eso no sucediera? –se le cuestionó– y su respuesta fue tajante: “No sé, que me muera, por ejemplo”.
Lo irónico del asunto es que la casona del Centro Histórico permaneció abierta como una oficina del CCC por algunos años y de hecho se llegaron a dar un par de talleres de cine a estudiantes de la Ciudad de México. Luego cerró en definitiva, sin que nadie se responsabilizara por aquella inauguración fake.
Más presupuesto y un premio especial: Silvano
Otro personaje político que prometió más recursos para impulsar la cinematografía hecha en casa fue el actual gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo. Sucedió durante la inauguración del Festival Internacional de Cine de Morelia en octubre de 2015. En una de las salas de Cinépolis Plaza Morelia, donde se proyectó La Cumbre Escarlata de Guillermo del Toro, el mandatario de la entidad abrió la cartera para instaurar el Premio Hermanos Alva, consistente en 50 mil pesos para la película ganadora de la Sección Michoacana. Además, dijo que su gobierno incrementaría año con año el presupuesto a la cultura. Ninguna de las dos cosas fue cierta en su totalidad. El premio Hermanos Alva solo se dio en esa edición, lo obtuvo el cortometraje Donde nunca morirás, dirigido por Héctor Estrada García, pero en 2016 ya nada se supo de ese incentivo y hasta la fecha nadie asume la responsabilidad de ese premio efímero.
En cuanto al presupuesto para cultura, en vez de crecimiento lo que hemos observados son recortes. En agosto de 2017, la entonces titular de la Secretaría de Cultura, Silvia Figueroa, declaró que la dependencia necesitaba el doble de presupuesto respecto al año anterior, pasar de 162 millones a unos 324 millones de pesos, pero el Congreso local apenas le aprobaría un magro aumento de cuatro por ciento. En 2019 la cifra pasó a 200 millones de pesos, pero como lo reconoció el hoy titular de Secum, Claudio Méndez, hubo un reajuste que le quitó a esa secretaría 30 millones de pesos.
Como se relata en esta nota, el Festival Internacional de Cine de Morelia no solo es la reunión más importante del país en dicho rubro, sino que ha servido para que diferentes actores políticos anuncien proyectos sin mucho sustento.
