Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Bailarín, director y productor de artes escénicas, Diego Marín Bucio es un joven michoacano a quien la pandemia lo sorprendió en tierras europeas donde actualmente realiza un posgrado en coreología, análisis y notación del movimiento y antropología de la danza, además de dividir su tiempo en desarrollar trabajos de videodanza y otro tipo de experimentaciones.
En entrevista para El Sol de Morelia, el ex director del Ballet Contemporáneo de Ciudad Hidalgo –su cuidad natal– explicó que como parte de su especialización investiga “los procesos creativos de los coreógrafos de compañías de danza contemporánea independientes, durante la contingencia del Covid-19”, a partir de la compañía parisina “Ifunamboli”, trabajo que será vertido en un artículo a publicarse a inicios del próximo año.
“Cuando llegué había pocas restricciones: los teatros estaban trabajando y la vida estaba muy normal, pero durante el mes de noviembre las restricciones fueron un poco duras y eso dificultó mucho los trabajos presenciales”, dijo al precisar que durante una estancia en Niza “aprovechó para intervenir con danza algunos espacios urbanos y naturales” de la ciudad y produjo una videodanza.
Dividido entre el trabajo académico y la creación de piezas experimentales, Marín Bucio reside temporalmente en Clermont-Ferrand, Francia, mientras la pandemia le permita continuar su programa académico en la Universidad de Barcelona, el cual contempla trabajar en Hungría, Noruega e Inglaterra.
En relación a su trabajo en México, explicó que después de hacer estado 5 años con el ballet de Ciudad Hidalgo, comenzó a laborar en Xalapa, Veracruz con otros artistas escénicos, gracias a lo que surgió la compañía “Umbra dance theater”, su proyecto personal que vincula la danza con otras expresiones escénicas.
“Los objetivos de Umbra van más por la experimentación escénica, no solamente hacemos danza, pero sí partimos desde el cuerpo. No anulamos la palabra, ni tampoco nos centramos únicamente en el movimiento corporal, diseñamos espacios escénicos desde muchas otras áreas artísticas como las artes plásticas, el video, el diseño sonoro”, dijo al subrayar que la compañía posee un carácter “transdiciplinario”, arraigado en la “fisicalidad”.
A pregunta expresa sobre la escena michoacana, Marín Bucio dijo que ésta ha perdido presencia y relevancia a nivel nacional, “no por falta de calidad” sino por “la falta de atención que el gobierno tiene hacia la cultura y, específicamente, hacia la danza”. Al respecto, lamentó que el Festival Internacional de Danza de Morelia se haya suspendido.
“Justo en este festival es que la comunidad dancística mexicana, volteaba a ver a Michoacán como una entidad productora de danza contemporánea y creativa en la escena actual y desde hace varios años las instituciones públicas decidieron que es insostenible hacerlo, por razones que no han explicado”, señaló.
De igual manera, advirtió la necesidad de “destinar un presupuesto digno para la cultura” y en el caso específico de la danza, propuso que no se desatiendan las diversas manifestaciones de esta disciplina. También habló de la urgencia por descentralizar los esfuerzos a fin de que la danza llegue al interior del estado.
“Debemos dejar de pensar que Michoacán es sólo Morelia”, advirtió.