En riesgo de desaparición el pulque y popotillo en Tlalpujahua

Estas actividades han quedado relegadas por la falta de promoción e interés

Gabriela Serralde | El Sol de Morelia

  · lunes 2 de octubre de 2023

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán.- Probablemente la primera imagen que se viene a la mente cuando mencionan “Tlalpujahua” es la esfera y los árboles de navidad, sin embargo, este municipio ubicado al oriente de Michoacán, lucha por conservar otras actividades productivas como la recolección del pulque y el arte del popotillo que han quedado relegadas.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

El pulque, herencia de desaparece

En la localidad Loma Bonita, de la comunidad Cuatro Caminos en la tenencia de San José de Guadalupe que se localiza a 23 minutos de la cabecera municipal, está situada una “unidad productiva”, como le gusta denominarla el dueño, Alberto Posadas Chávez, en la que se dedica a la elaboración del pulque, quesos, chongos, pan y licores.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia


Don Beto es un migrante que regresó de Estados Unidos desde hace 16 años y decidió trabajar sus tierras para mejorar su calidad de vida. Por el camino de terracería se observan las pencas de maguey que se elevan sobre la loma verde. Hay maguey tlacamelo una nueva especie que pretende trabajar y el maguey pencudo que lleva produciendo por mucho tiempo.

Pese a que son varias hectáreas con las que cuenta el señor, afirma que la producción de pulque se ha perdido con el paso de los años, ya que la gente comenzó a migrar a las ciudades y a Estados Unidos. Hoy en día, en la comunidad solo cinco familias se dedican a dicha actividad los 365 días del año.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia


“Yo tengo dos hijas y trato de inculcarles el cuidar la planta pequeña porque será la que ellas van a cosechar en un futuro”, dice el hombre que lleva una cubeta, un raspador y una taza en las manos.

De acuerdo a Posadas Chávez, el maguey pencudo tarda 10 años en crecer para ser una planta productiva que va teniendo “hijuelos”, sin embargo, después de cinco meses de producción pasa a ser materia muerta. Un ejemplar adulto puede dar de dos a tres litros de pulque dos veces al día. Cuando el ejemplar se seca, se utiliza para composta, no se quema ya que se degrada, además puede sobrevivir hasta cinco años sin agua.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

El señor Alberto dice que no necesariamente sale a repartir el pulque a las comunidades cercanas, ya que con el paso del tiempo sus clientes lo han buscado. El litro de pulque natural lo vende en 30 pesos y el curado en 60, es decir, el que lleva un sabor frutal. Aparte de sus vecinos, llega gente de Angangueo, Zitácuaro, Maravatío y El Oro.

Algunos de los beneficios del pulque, a decir, del productor son que regula la flora bacteriana, y sirve para los diabéticos porque ayuda a engrosar la sangre, aunque deben consumirlo en dosis controladas.

Quedan pocos artistas del popotillo

Los Olay y Guzmán Rocha son los únicos en el municipio que se dedican al arte del popotillo, una técnica utilizada desde hace más de 200 años para crear paisajes sobre cera. El señor Luis Guillermo Olay Barrientos inició con el arte plumario, pero después aprendió el popotillo a los 16 años, además, forma parte de la tercera o cuarta generación que aprendió este oficio.

“La primera pieza que hice, fue entre Dios y yo porque él era el único que sabía lo que estaba haciendo, yo no”, dice bromista. Este arte es muy laborioso, por ende, los precios dependen del tiempo invertido. Se trata de colocar el popote que se extrae de los pastizales sobre la cera. El señor indica que no existe una sociedad de consumo, por lo que no logran competir con otras artes.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Por su parte, Edgar Rocha Guzmán, un adulto joven afirma que a nivel nacional no, pero en el municipio sí está en peligro de extinción el popotillo y lo atribuye a que no hay interés en las nuevas generaciones y a la falta de promoción. Sin embargo, él ha tratado de innovar y no quedarse solo en los cuadros, sino hacer accesorios utilitarios como aretes, pines y collares que van desde los 100 hasta los 200 pesos.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia


Aquí solo quedamos cuatro o cinco personas que sabemos hacerlo con todo y las técnicas (…) he tenido alumnos en escuelas rurales, pero esto es una artesanía de la que no puedes vivir, te da para lo básico, el día que me muera, esto se va a perder.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Para tratar de rescatarlo, dice que recientemente se inauguró un museo en la localidad de Tlacotepec, donde se realizan recorridos, aunque apunta que se requieren de espacios para dar a conocerlo. Además, refiere que tiene el proyecto de realizar el mural de popotillo más grande del mundo, de 50 por 10 metros y que sean los turistas los que poco a poco vayan nutriéndolo.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia