Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Involucrado desde adolescente en movimientos sociales de su natal Uruapan, el grabador Efraín Hiram Vargas Mata (1935-1987) insistió en llevar la crítica social y la militancia política a su obra, marca de estilo que sostuvo hasta su muerte.
En entrevista para El Sol de Morelia, la historiadora Rosalía Ruiz Ávalos explicó que el artista oriundo de “La Perla del Cupatitzio” tuvo una vocación innata para el dibujo, y a pesar de que su padre se oponía, logró imponer su suerte.
“Desde muy chico se muda con su familia a la Ciudad de México, donde vivieron una situación muy precaria; de niño estuvo trabajando de bolero y en mercados porque, de alguna manera, tenían que sobrevivir con una familia de seis integrantes”, advirtió.
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Sin embargo, explicó que el talento mostrado desde pequeño fue detectado por su maestra de primaria, quien lo impulsa a participar en una convocatoria internacional de pintura infantil, en la cual gana el primer lugar.
“Después de vivir en la Ciudad de México por un breve periodo, se regresa con su familia a Uruapan cuando tenía cerca de los 15 años. Entonces empieza a pintar de manera formal porque se inscribe en el taller de Manuel Pérez Coronado (Mapeco) y ahí se interesa por la pintura”, precisó.
A raíz de su amistad con Mapeco –comenta– “se comienza a integrar a los movimientos sociales de su ciudad natal”, situación que a la larga “lo expone a la persecución del gobierno y por esa razón Efraín se viene a vivir a Morelia, para continuar su trabajo de grabador”.
Ruiz Ávalos asegura que durante la efervescencia social derivada de los movimientos estudiantiles de 1963, Efraín Vargas participa activamente con sus trabajos gráficos y eso lo vuelve a poner en los ojos de la ley.
“Después de participar en la militancia política y al verse expuesto ante las autoridades –advierte la también investigadora del Centro de Documentación e Investigación de las Artes (CDIA)–, Mapeco lo invita a trabajar a Tabasco, ahí le enseña la técnica del grabado a la cera perdida”, dijo al estimar que de la amistad entre ambos proliferó una influencia mutua.
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Destacó también que Vargas, además de apoyar activamente a los movimientos obreros, realizó bastante obra gráfica sobre Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas, la Revolución cubana y demás iconografía vinculada a la izquierda.
“Fue un artista completo y vivió su vida muy de prisa, por el hecho de involucrarse en situaciones sociales muy complejas”, dijo luego de recordar que su ímpetu de activista político lo llevó a la caricatura “porque se hizo periodista y, de hecho, cuando él murió trabajaba para La Voz de Michoacán”.