Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– La efervescencia de los espacios autogestivos y el patrimonio artístico del estado, fueron dos de los motivos más importantes por los cuales la XIV Bienal Femsa “Inestimable azar”, eligió como sede a las ciudades de Morelia y Pátzcuaro.
Así lo dio a conocer Livier Jara García, Directora ejecutiva de la Bienal Femsa, quien en entrevista para este medio explicó que “la propuesta de venir, conocer y recorrer el territorio michoacano la planteó Daniel Garza Usabiaga, director artístico de la Bienal –dijo– porque a él le interesa mucho trabajar el patrimonio que tenemos en este país a través de la mirada del arte contemporáneo”.
Del mural de Philip Guston y Reuben Kadish en el Museo Regional Michoacano, a los trabajos de Alfredo Zalce –sin olvidar las aportaciones de las hermanas Greenwood al patrimonio michoacano–, los cuales calificó de “una enorme riqueza cultural”, la también maestra en Museología dijo que la Bienal decidió trabajar con dicha “materia prima espectacular” y convocó a varios artistas a realizar procesos involucrados con comunidades, así como llevar a cabo “relecturas con lo que existe en Michoacán”.
Te puede interesar: Paracho oficializa el proceso para ser un Pueblo Mágico
“Nos dimos cuenta que Michoacán tiene una efervescencia de espacios de autogestión cultural, talleres y galerías. Los artistas, la comunidad cultural, estudiantes, profesores, están comprometidos en crear y promover esos espacios, entonces quisimos sumarnos y abrir la Bienal Femsa como una plataforma de visibilidad”, dijo al explicar que el certamen funciona también como “cadena de beneficios” vista desde “la difusión a nivel internacional, hasta el impacto que pueda tener en las microeconomías, con los artesanos y los talleres de producción”.
Precisó que la Bienal Femsa ha trabajado con 13 comunidades al interior del estado y suma 24 proyectos artísticos a presentarse de manera escalonada de octubre a diciembre, además de 5 proyectos con curadores locales encaminados a trazar puentes entre los artistas y artesanos michoacanos. Lo cual suma 29 proyectos que involucraron a “más de 200 agentes culturales participando en esta edición”, entre artesanos, productores, talleres, docentes e investigadores, que conforman los programas públicos y pedagógicos.
A pregunta expresa, Jara García señaló que la Bienal Femsa “es la única en México en la que no se concursa”, puesto que desde la XII edición se buscó descentralizarla de Monterrey –hasta entonces era concurso de artistas emergentes– y para la XIII edición, realizada en Zacatecas, se definió como una “plataforma curatorial” en la cual un equipo de especialistas eligen a los artistas que la conformarán.
“Más allá de la remuneración de honorarios, la Bienal pretende activar redes de colaboración que a futuro puedan propiciar alianzas entre artistas, artesanos y productores, a fin de que esto sea el inicio de más participaciones entre los diferentes sectores culturales”, dijo al subrayar que las prácticas artísticas “ya no suceden sólo cerradas en el taller” –dijo– “sino están en relación con el contexto, con el paisaje, con las geografías y las economías”.