Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– El presente de los pueblos zoques, a 38 años de que el volcán “Chichonal” hiciera erupción, cobrando la vida de más de 2 mil personas, es abordado por Ecos del volcán a partir de la vida cotidiana de un pueblo que se comunica por medio de altavoces.
En entrevista con Saúl Kak, director del documental junto a Charles Fairbanks, explicó para El Sol de Morelia que partieron del sonido de los altavoces en Rayón, Chiapas, por observar en éstos “cómo la comunidad va creando su sistema de comunicación y lo transforma en una forma de sobrevivencia”. Al ser su pueblo natal, del que tuvo que emigrar con su familia debido a la erupción del volcán en 1982, señaló que regresa periódicamente y de esa manera ha notado las transformaciones del pueblo.
“La memoria es muy fuerte y las generaciones tienen presente esta tragedia que pasó con el pueblo en 1982… fueron más de 2 mil muertos en esta erupción y muchos también salieron y se dispersaron a varios municipios en Chiapas, así como a otros estados de la República”, advirtió.
El éxodo provocado por la erupción del volcán, provocó, entre otras situaciones, la perdida de tierras, el rechazo de otras comunidades hacia los sobrevivientes y la pérdida paulatina de la lengua zoque, según Kak.
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“Los cambios que yo noto en mi pueblo es que de ser comunidad que venía del volcán, pasó a ser una comunidad donde hay acceso de carreteras. Pero ahora ya no tenemos tierras y nos vemos orillados a buscar otras alternativas de vida”, dijo luego de señalar que su trabajo “muestra parte de lo que los pueblos zoques están enfrentando ahora”.
En ese sentido, explicó que al entrar en vigor la Reforma energética poco más de 84 mil hectáreas de tierra de la región zoque están amenazadas por la minería, en consonancia con “todo un plan de explotación de la energía en esta región”, en el cual se incluyen los proyectos de geotermia en el volcán Chichonal.
De igual manera, Saúl Kak señaló que cada 28 de marzo se recuerda a la gente que falleció y a los que sobrevivieron a la erupción del “Chichón”. Mediante ofrendas a Pyowa tyzu'we (La mujer que arde), la guardiana del volcán, las comunidades zoques guardan culto al coloso que trastocó la región chiapaneca hace casi 4 décadas.