Morelia, Michoacán.- De ser un templo de la orden agustina hasta ser una biblioteca pública, un inmueble que se ubica en el pueblo mágico de Pátzcuaro.
Hace 82 años, este edificio fungió de diferentes oficinas, tal como en 1936 que fueron unas oficinas de Hacienda, hasta que el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas del Río pidió rescatarlo y expropiarlo para que fuera lo que conocemos hoy, una biblioteca.
El encargado de embellecer este mural que se encuentra en la Biblioteca “Gerturdis Bocanegra” fue el pintor y muralista mexicano Juan O’Gorman, y en ella se plasma la historia de Michoacán, desde la época prehispánica hasta la Revolución Mexicana.
⏩ Te puede interesar: Lago de Pátzcuaro: Urandén, la isla donde vivió el último gobernante purépecha
Al muralista mexicano le llevó un año pintar este mural, el cual se encuentra en toda la pared norte del recinto, que es un espacio de 14 metros de alto por 12.7 de ancho.
En el mural se puede apreciar la creación del pueblo purépecha y su forma de ver la vida antes de la Conquista.
Luego sigue la época de la Conquista en relación a los indígenas, los abusos y maltratos del que fueron víctimas, por lo que llega la importancia del primer obispo de Michoacán, que es Don Vasco de Quiroga, y finalmente encontrarás con os personajes históricos posteriores a la Conquista, como Don José María Morelos y Pavón.
También se puede apreciar en la parte superior la erupción de un volcán, el Lago de Pátzcuaro, guerras, celebraciones y la vida cotidiana.
⏩ Te puede interesar: Monumento a José María Morelos y Pavón, el segundo más grande de México, pero ¿quién es el primero?
En el mural, el propio artista se pinto así mismo junto a su esposa, en una obra de 14 mts de altura por 12.70 mts de ancho.
Sin embargo, por las ideologías socialistas del pintor O’Gorman, la obra no pudo realizarse en Estados Unidos, y solo fue financiado por el empresario estadounidense, Edgar J. Kaufman, de Pittsburg, Pensilvania.
Por ello q se eligió a Pátzcuaro debido a las buenas relaciones que tenía el pintor con Cárdenas del Río, quien le facilitó el espacio en el antiguo templo.
