Morelia, Michoacán.- Entre las calaveritas de dulce, los panes de muertos, el copal, el papel picado se encuentran las flores de cempasúchil ya sea adornado en una cruz o esparcido por el altar, ya que es un elemento importante en el Día de Muertos.
La flor de cempasúchil viene del náhuatl “cempohualxóchitl”, y significa veinte flores o varias flores y se usa para marcar simbólicamente el camino de los muertos hacia las ofrendas, sin embargo, ¿sabías que detrás de esta hermosa flor se esconde una leyenda? Aquí te lo contamos.
Dentro de la leyenda, se tiene como protagonista el amor eterno, y nos deja como mensaje de que siempre estaremos unidos a nuestros difuntos, pues el cariño y el aprecio que tuvimos a los que se nos adelantaron nos conecta para siempre.
⏩ Te puede interesar: Llega el Festival de la Calaverita de Azúcar a Morelia
Leyenda de la flor de cempasúchil
Cuenta la leyenda sobre el nacimiento de dos pequeños llamados Xóchitl y Huitzilin, donde ambos estuvieron juntos durante su infancia, crecieron y se hicieron amigos y más tarde su cariño se convirtió en un dulce amor juvenil.
El amor que se tenían era tanto que un día decidieron subir a lo alto de una colina en donde Tonatiuh, el dios del Sol se encontraba, y le pidieron que les diera su bendición para poder seguir amándose, y así lograron seguir juntos.
Sin embargo, la tragedia no tardaría en llegar, Huitzilin fue llamado a pelear una guerra para defender a su pueblo y tuvo que separarse de su amada. Tiempo después fue herido y perdió la vida en el campo de batalla.
⏩ Te puede interesar: Ofrenda y altar de muertos ¿cómo se diferencian?
Ante eso, fue mucho el dolor para Xóchitl por haber perdido a quien desde su nacimiento, la acompañó y amó incondicionalmente. En medio de su sufrimiento, rogó a Tonatiuh que le permitiera unirse a Huitzilin en la eternidad.
La deidad la vio tan desconsolada que lanzó un rayo dorado sobre ella, y la convirtió en una hermosa flor en forma de botón, la cual permaneció cerrada por mucho tiempo. Pasó el tiempo, y un colibrí se acercó a ella, atraído por su inconfundible aroma y se posó sobre sus hojas, (es de recordar que en las creencias prehispánicas, los difuntos regresan a la Tierra en forma de colibrí).
La flor se abrió y mostró su hermoso color amarillo y sus múltiples pétalos, era la flor de cempasúchil y su amado era el colibrí, por lo que su amor volvió a renacer para la eternidad.
Así que mientras los colibríes y la flor de cempasúchil existan, el amor perdurará para toda la vida. Es por ello que la aroma de la flor de cempasúchil atrae a las almas de los difuntos a las ofrendas, lo que hace un significado del amor incondicional y eterno.