Morelia, Michoacán.- Michoacán está listo para recibir a visitantes y turistas para celebrar el Día de Muertos, sobre todo en la zona lacustre que es donde más lleva a cabo esta festividad bajo sus costumbres y tradiciones.
Dentro de la zona lacustre, se encuentra un pequeño pueblo llamado Santa Fe de la Laguna, y pertenece al municipio de Quiroga y que conserva su cultura y costumbres, en como tal se puede contemplar en us calles a mujeres ataviadas con el tradicional traje indígena.
Es de recordar que, en Santa Fe de la Laguna tomó reverencia a nivel mundial debido a que tuvo una enorme afluencia debido a la película de Pixar, “Coco”, que hace alusión al Día de Muertos, donde aparece Mamá Coco, que es un personaje inspirado en una mujer habitante de esta comunidad indígena llamada María Salud Ramírez Caballero.
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Regresando al tema del Día de Muertos, en Michoacán se tiene diferentes costumbres y tradiciones a la hora de honrar a sus fallecidos, y esta ocasión hablaremos de esta comunidad indígena y su manera de celebrar la muerte.
¿Cómo celebran el Día de Muertos en Santa Fe de la Laguna?
La comunidad indígena de Santa Fe de la Laguna acostumbra a ofrendar a sus muertos el primer año en casa de los deudos, en donde realizan una ceremonia extraordinaria.
Las personas de esta comunidad no suelen ir al panteón a decorar las tumbas de sus difuntos, sino que esta acción lo llevan a cabo en sus hogares, por lo que si llegas a visitar Santa Fe de la Laguna, verás muchas iluminaciones coloridas y flores de cempasúchil.
Desde el 31 de octubre, inician con rituales alusivos a la temporada, que es una de las fiestas importantes de su calendario, ya que para ellos, la muerte significa la continuación de la vida.
Instalan altares monumentales dedicados a los angelitos, es decir a los niños y niñas, así como a jóvenes y adultos que se nos adelantaron, y se adornan con titinguinï, que es una palabra purépecha al que se le conoce como flor de cempasúchil, colocan veladoras, montón de fruta, pan, cuatro cirios, el retrato del fallecido, y en el caso de los menores, se les coloca una imagen del Niños Dios , el mismo que le hayan regalado sus padrinos de bautizo.
Si entras a alguna casa a ver el tradicional altar que tengan, tienen que llevar algún presente para colocar en la ofrenda, además es de suma importancia no despreciar la invitación de los anfitriones, ya que es ofensivo para ellos.
Los habitantes ofrecen tamales, atole, café, pan y hasta pozole batido, que es un platillo típico del pueblo, que se le llama así porque en la cocción se espera que se deshaga la carne y granos y para pasar el bocado se da chocolate con agua o tequila.
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Después suena la primera pirekua de los músico s de la región, donde interpretan un dejo de solemnidad, en honor al alma que va llegando.
Al llegar al 1 de noviembre, comienzan un nuevo convite dedicado al “muerto del año”, que son aquellas personas que se nos adelantaron en el camino en algún momento del año.
Los adultos mayores tienen la encomienda de heredar las tradiciones purépechas a los más jóvenes para así seguir preservando estas costumbres.