Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Los certámenes realizados para promover y difundir las artes plásticas en Michoacán, pueden ser plataformas que propicien la competencia e impulsen a los artistas locales a mejorar sus técnicas, siempre y cuando premien a las mejores obras –sin importar estilo definido– y lo hagan con transparencia.
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Así lo señaló en entrevista para este medio Juan Carlos Morales Ríos “Mori”, pintor con 25 años de trayectoria, quien dijo que tanto el Salón estatal de la acuarela, como el Encuentro de pintura y estampa “Efraín Vargas” y la Bienal “Alfredo Zalce” son concursos que requieren ser actualizados, a fin de ser más abiertos.
“Siento que ahí deberían de ser más libres y no encasillarse a premiar un abstracto, un realista y uno más libre… sino darle el premio a los tres mejores cuadros que participen, independiente del estilo”, dijo en relación al Salón de la acuarela, en tanto advirtió que el “Efraín Vargas parece seguir esa línea” y premiar obras figurativas un año y al siguiente pinturas abstractas.
Cuestionado sobre la legalidad de los tres certámenes aludidos dijo sospechar cuando todos los jurados son locales y aseguró que “da mayor confianza si los jurados provienen de otros estados y no tienen compromisos con los artistas participantes”.
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Acambarense de nacimiento y moreliano por adopción, Juan Carlos Mori ha ganado el Salón de la acuarela, el premio “Efraín Vargas” y el XI Encuentro Nacional de Creación Plástica Itinerante Sinaloa 10x10, entre otros. Se formó en diseño gráfico y tomó cursos en la Casa de la Cultura de Morelia con el maestro Rafael Flores.
Ser académico o autodidacta no ha sido un dilema para él, simplemente tomó las herramientas a su alcance y buscó sacarles el mayor provecho. Su realismo no reniega del diseño tipográfico inserto en el bastidor y en muchos de sus cuadros los personajes conviven con afiches publicitarios.
Reconoce sin empacho a los mexicanos Rafael Cauduro y Arturo Rivera como dos influencias indiscutibles, igual que a István Sándorfi, pintor húngaro que descubrió gracias a las nuevas tecnologías.
“Ahora por internet, al tener contacto con muchos artistas de todo el mundo, te genera una visión más amplia. Nada más con ver la pintura contemporánea de otros países, es algo que te nutre cada vez más y, por ese lado, se da una evolución de la técnica”, dijo al advertir que “uno puede quedarse estancado si no busca más fuentes de conocimiento”, mismas que van desde una carrera universitaria hasta los talleres virtuales promocionados por las plataformas digitales.