Morelia, Michoacán.-El llamado de esperanza, confianza, desesperación y grito de apoyo, hizo eco este día en Morelia con Ambulante, gira de documentales que presentó el trabajo Toshkua, del director francés Ludovic Bonleux.
El cineasta llegó acompañado al Museo Casa Natal de Morelos de Morelia, por Mary Martínez, madre buscadora de Honduras que desde 2013 tiene una sola misión: encontrar a su hijo Marco Antonio Amador Martínez.
Con una mirada de angustia y llena de recuerdos, Mary compartió con El Sol de Morelia la última vez que platicó con su hijo, ese ser que cargó en brazos y del que se despidió hace diez años, cuando él decidió ir en busca del llamado sueño americano.
Desde ese 11 de marzo de 2013 cuando él tenía 21 años he puesto denuncias y he venido a México (país donde desapareció) con las caravanas de madres buscadoras. De él no he sabido nada.
Pese a esta falta de información, ella tiene la confianza de encontrarlo con vida y el motivo de no tener señales de él, lo liga al hecho de que esté incomunicado.
Para una madre el no saber de un hijo es un dolor que se carga siempre, yo no estoy preparada para encontrar restos, si viera eso me quebraría. Muerto no espero verlo, quiero creer que no se ha comunicado conmigo por estar en una cárcel o con una célula delictiva porque los agarran para ser chóferes u otras cosas, comentó con la voz entre cortada.
Ataviada con un vestido blanco con puntos negros, el pelo recogido y unos zapatos descubiertos que mostraban el cansancio en sus pies pero la firmeza que aún tienen por seguir recorriendo el territorio necesario para encontrar con vida a su hijo, Mary comentó, que no todos los desaparecidos tienen que ver con el hecho de haberse inmiscuido con el crimen.
Yo no puedo hablar por todos, pero mi hijo Marco Antonio no estaba manchado en ningún lado. La verdad, él no venía para estar en México, sino ir a Estados Unidos, y ayudarnos a salir adelante pues somos humildes, yo no puedo señalar a nadie porque eso solo Dios lo puede hacer.
Por su parte Ludovic Bonleux explicó a este medio, la finalidad de este proyecto es mostrar la agonía que atraviesan los familiares, sobre todo las madres de los desaparecidos.
Todas las personas que buscan a sus familiares tienen la misma angustia. En el marco de la caravana de madres de Centroamérica, sí se han encontrado a muchas personas con vida que se ubicaban en cárceles. Otras personas están en situación de calle por ya no tener todas sus facultades, otras con la delincuencia, pero es difícil saber qué está pasando con ellas, aunado a que las autoridades no ayudan, sentenció el cineasta.
Las familias de las personas desaparecidas, aceptó el realizador cinematográfico, atraviesan una tortura psicológica, al tiempo de recordar la palabra Toshkua significa “desaparecer”, y esta es lengua pesh, la cual hablan las comunidades indígenas de Honduras.
Este trabajo que se llevó seis años en estar listo, y en el cual se plasman dos caravanas distintas tuvo sus complicaciones en Tamaulipas, donde el director explicó que se encontraron vigilados por supuestas autoridades que les generaron temor.
Tuvimos momentos de mucha presión pues estuvimos vigilados por el Ejército, o al menos patrullas sin identificación y clonadas que nos generaron temor y no quisimos tomar más riesgos, eso no pasó de la vigilancia pero no nos quedamos más tiempo para averiguarlo.
Ludovic Bonleux y Mary Martínez no tienen cifras al igual que las autoridades del número al que podrían ascender los desaparecidos en México y en Honduras.
Finalmente el cineasta francés adelantó, pese a estar en pleno trabajo de promoción de Toshkua, ya se encuentra preparando un proyecto más que lo hará regresar a Guerrero, “también será tema social, pero no puedo hablar mucho de él”, concluyó al tiempo de explicar, la siguiente parada de Toshkua será la gira de octubre de DocsMx.