Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- A falta de un programa rector de operación que esclarezca la estructura de trabajo, objetivos y función social, las casas de cultura de Michoacán, requieren mayor atención por parte de los funcionarios responsables, quienes “parecen desconocer el alcance tienen estos centros para fortalecer la identidad cultural”.
Así lo refirió Erandi Fajardo Robledo, especialista en gestión y política cultural y ex coordinadora de casas de cultura para la Secretaría de Cultura del estado (Secum), quien agregó que entre las problemáticas que entorpecen el desarrollo de las casas de cultura en el estado, además de la reducción del presupuesto para este, señaló que “el personal capacitado para la promoción y fomento de la cultura, así como muchos trabajadores de base de la Secum, se han visto obligados a la inmovilidad ante la falta de visión de quienes han encabezado la institución” –dijo– “que aún contando con presupuesto han hecho subejercicio y provocado endeudamiento”.
La actual jefa de Espacios culturales y bibliotecas de la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, dijo que más allá del discurso demagógico de la “restructuración del tejido social, a través de la practica artística y cultural”, se requieren aplicar “procesos de formación continua y capacitaciones en gestión para los responsables de los centros acompañamiento pedagógico y para quienes ejercen la docencia” en las instituciones michoacanas.
“Las casas de cultura tienen que estar defendiendo el espacio y el presupuesto ante servidores públicos que ven la oportunidad de un lugar con infraestructura montada, con posicionamiento y reconocimiento social, para hacer un mínimo ejercicio e implementar programas ajenos a las funciones de estos centros”, dijo luego de cuestionar la tendencia actual de insertar programas del INEA, DIF o Aulas digitales en inmuebles con vocación exclusiva de centros culturales.
Al respecto, dijo que incluso las Escuelas de iniciación artística –“que buscan la profesionalización y, al ser escolarizadas, responden a un sentido programático de los contenidos”– deben establecerse en espacios propios y “dejar las casas de cultura para el encuentro de familias con proyectos culturales de benefició en común”.
A pregunta expresa sobre las causas de la desvinculación que mantiene la Secum en el interior del estado, Fajardo Robledo atribuyó a que “nombran como responsables de programas a gente sin formación, experiencia ni compromiso social” –dijo– “que no pasaron por un proceso de selección donde fueran evaluados sus proyectos y por desgracia llegan por compromisos de campaña”.
Subrayó también que los municipios de Tierra Caliente y de la Sierra Costa albergan una gran riqueza cultural, pero están desatendidos al no despertar interés institucional en el rubro artístico cultural, puesto que cualquier iniciativa implica mayor inversión.
“Persiste un sistema de simulación donde los reflectores están la capital y el trabajo en los municipios no tiene la proyección política que algunos requieren”, enfatizó.