Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- La persistencia, pero sobre todo el amor al oficio, son los componentes que le han permitido a Manuel Valencia Chávez con el desarrollo de la artesanía y sobrellevar un contexto poco favorable por la falta de ventas.
En la siguiente entrevista con Valencia Chávez, que es uno de los tres ganadores de este año del Premio Estatal a las Artes Eréndira, el artesano relata cuestiones que van desde el mercado hasta el proceso que le lleva hacer sus piezas.
¿Qué parte del proceso artesanal disfruta más?
Todo porque desde que empiezo con el tallado de la pieza, ya sea una máscara o cualquier tipo de trabajo, uno le pone un ingrediente de uno mismo, porque lo hace con cariño, con mucho empeño y aparte de que todas las piezas nunca se repetirán, son únicas, son irrepetibles.
Por eso uno siempre procura que la pieza en que se trabaja sea mejor que la anterior, para que se sienta que va evolucionando. Por eso es gratificante ver la pieza terminada y se siente que es parte de uno mismo.
¿Cómo impulsar la artesanía del estado?
Uno de los principales problemas con los que se encuentra el artesano, es que el trabajo nunca tiene un mercado estable para ir a ofrecer las piezas, uno siempre tiene que ir buscando al posible comprador, esa es la problemática más grande del artesano.
Hay dependencias en nuestro estado que están vinculadas a la artesanía, pero por desgracia cuando uno acude con ellos no tienen recurso para que puedan adquirir las piezas y es que falta mercado, quienes podrían adquirir nuestros productos casi no están. Por eso, en muchas ocasiones el artesano regala su trabajo, la gente se aprovecha de la necesidad.
Existe la percepción de que el extranjero aprecia más la artesanía, ¿es así?
Uno ya conoce que en el estado hay dos tianguis grandes, nos preparamos para ofrecerlas al público y el turismo extranjero no nos regatea el precio, entonces, sí son ellos quienes aprecian el trabajo.
El turismo local siempre se distingue porque casi quieren les regalemos la pieza, regatean mucho las cosas que les interesan. Entonces es el extranjero al que uno espera para ofrecer las piezas, porque no regateará el precio, sí aprecian el trabajo de cada artesano.
¿Cómo inició en la artesanía?
Comencé a la edad de los 12 años, cursaba sexto de primaria y recuerdo que al llegar de la escuela mi padre ya tenía preparado lo que tenía que hacer, empecé dentro del taller con trabajos sencillos, haciendo figuras de animales.
Con el transcurso de los años, mi padre me fue poniendo tareas más difíciles para que de ese modo adquiriera conocimientos sobre el tallado de la madera, el manejo de la herramienta; ya pude hacer entonces trabajos más elaborados, que incluían imágenes religiosas, talla de columnas, de retablos y luego las máscaras.
Luego entré a cursos para conocer otro tipo de técnicas, con las cuales podría dar un mejor terminado a las máscaras en cuanto a sus decorados, terminados para que fueran de mejor calidad.
¿Legará su conocimiento a sus descendientes?
En las comunidades es algo tradicional que el abuelo hereda, yo lo aprendí de mi padre y quiero legarlo a mi hijo, a mis nietos, a quien tenga esa disponibilidad de aprender.
Manuel Valencia Chávez, fue galardonado con el Premio Estatal a las Artes Eréndira en la categoría de artes tradicionales. El artesano nació en la comunidad de Sevina, municipio de Nahuatzen.
Lleva más de treinta años de trabajo, ha impulsado a diversos grupos de danza tradicional, talleres, cursos y pláticas para la conservación y elaboración de juguetes tradicionales, imágenes religiosas y de las máscaras tradicionales. También se desempeña como instructor en el Instituto de Capacitación para el Trabajo del estado de Michoacán (ICATMI).