Morelia, Mich (OEM/ Infomex).- Con oferta de playa, pueblos mágicos, ciudades coloniales y el llamado turismo de aventura, Michoacán se prepara para el periodo vacacional de verano, el cual este año se adelantará ante el ajuste que presenta el calendario oficial de la Secretaría de Educación en el Estado.
Por primera vez después de más de dos años, Michoacán recibirá al turismo sin restricciones al aire libre y con afluencias permitidas en espacios cerrados del 100 por ciento.
En el 2019, Michoacán lideraba los destinos “sin playa”, registrando más visitantes que entidades como Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.
Ese año, previo a la pandemia, tan sólo Morelia registró 3.2 millones de turistas, lo cual dejó una derrama económica de 4 mil 482 millones de pesos durante el 2019.
Para este verano, la expectativa, según la Secretaria de Turismo es volver a posesionarse no sólo en cuanto al número de visitantes sino a derrama económica a fin de reactivar la economía local y la de los prestadores de servicios.
Turismo al natural
Una opción para viajar este verano sin duda es Palma Sola, un complejo de cabañas ecológicas que toma su nombre de una playa homónima, localizada en el municipio de Aquila, a 7 horas desde la capital del estado, si se viaja en auto particular.
Entre las actividades recreativas que se pueden practicar en ese lugar se encuentran los paseos en lancha, esnórquel, buceo, pesca tradicional y pesca deportiva. También se realizan torneos de nado en aguas abiertas, pero eso ocurre a fines de año porque el océano es más tranquilo.
Aunque la playa no es la única posibilidad de contacto con la naturaleza, como lo recordó la organizadora de viajes, Margarita Gallegos. “Visitar Michoacán es encontrar bosques hermosos, caminos con senderos y paisajes maravillosos. Como ejemplo de esto es que pueden visitar el Lago de Camécuaro en Zamora, o Los azufres de Ciudad Hidalgo”.
En el caso del Parque Nacional de Lago de Camécuaro, la entrada es 15 pesos por persona, mientras que por estacionamiento se cobra $20 pesos por coche. No se recomienda acampar ahí, es mejor hospedarse en Zamora.
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Por su parte, Los azufres es una zona de manantiales de aguas termales, donde hay distintas opciones de hospedaje, que cuentan con cabañas, albercas y zonas gastronómicas. En estas, hay actividades como andar en kayak, pescar o hacer escalada.
Historia y tradición
Una de las características del estado es su riqueza cultural, que se puede ver en sus poblaciones, en especial si se trata de Pueblos Mágicos. En este caso, el lugar común es recomendar Pátzcuaro, que sin duda vale la pena, aunque como refirió el guía de turistas Francisco Mora, es posible ir a lugares como Tlalpujahua, Jiquilpan o Tacámbaro.
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“Una propuesta de los Pueblos Mágicos abandonados en cuanto a promoción se refiere y que realmente damos una alternativa muy rica si se trata de descansar, en ese caso Tacámbaro ofrece algo diferente porque en el municipio convergen tres climas, entonces da la posibilidad de hospedarse desde un hotel colocado en una casona del centro histórico hasta un resort de cinco estrellas o un complejo de cabañas, como es el caso de San Basilio, que acaba de abrir”.
Otro sitio para visitar, sobre todo si se disfruta de la artesanía es Paracho, “el último Pueblo Mágico que se nombró y es vasto en su oferta artesanal y también en la gastronomía; en el primer caso por el tema de los rebozos y la guitarra, mientras que en lo segundo tiene muchos pueblos aledaños que son muy conocidos por la cocina tradicional purépecha”.
Francisco Mora ofreció estos dos ejemplos y recomendó acercarse a guías profesionales (contactos disponibles en la página web https://michoacan.travel/), porque estos pueden ayudar a descubrir los tesoros que guardan los nueve Pueblos Mágicos del estado:
Angangueo, lugar que ofrece impresionantes vistas y dulces regionales, en el que se puede visitar la antigua Hacienda de Jesús de Nazareno, la primera en establecerse en la región.
Jiquilpan, un sitio en el que además de caminar por su centro histórico, recomendamos visitar la Casa de Piedra en el Bosque Cuauhtémoc, un lugar con historia porque perteneció a Lázaro Cárdenas y aloja un proyecto de recuperación de hilado en seda.
Cuitzeo, en el que hay sobre todo historia, por un lado, la hispánica con una visita al Santuario de Guadalupe y el Hospitalito, como a la prehispánica porque cerca se encuentra la zona arqueológica de Tres Cerritos, un antiguo centro ceremonial purépecha.
Pátzcuaro, lugar donde se puede encontrar arte y diseño de creadores locales y gastronomía típica como las corundas, uchepos, enchiladas placeras y las nieves que se venden en los portales de la plaza Vasco de Quiroga.
Santa Clara, aquí recomendamos visitar en agosto, puesto que entre el 6 y el 16 de ese mes ocurrirá la Feria Nacional del Cobre, en la que se podrá admirar el trabajo artesanal y en su caso, adquirir una pieza.
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Tlalpujahua, pueblo con una historia minera de la que da cuenta la Casa-museo de los Hermanos López Rayón y la Mina Dos Estrellas, donde hay recorridos en los que se explica cómo era el proceso de trabajo, se pueden ver artefactos e indumentaria e incluso fósiles marinos. Además, tiene muy cerca al Pueblo Mágico de El Oro, que ya pertenece al Estado de México.
Tzintzuntzan. Aquí es imposible no visitar el ex convento de Santa Ana, que contiene al Museo Comunitario del lugar, y la zona arqueológica de las yácatas.
Aparte de los Pueblos Mágicos, está la opción de la Ruta Don Vasco, un producto turístico definido por la también guía Déborah López, como “una parte sustancial del potencial turístico y cultural de Michoacán, integrada por pueblos que conservan la huella e impronta de la labor social dejada por Vasco de Quiroga”. La Ruta Don Vasco se comprende por dos circuitos, que son Morelia-Pátzcuaro y Morelia Uruapan, en los cuales se comprenden varios pueblos con tesoros históricos.
En el primero se encuentran Santa Fe de la Laguna, Tzintzuntzan, Ihuatzio, Tupátaro, Cuanajo, Santa Clara del Cobre, Zirahuén, Erongarícuaro, Janitzio, La Pacanda y, por supuesto, Pátzcuaro. El segundo circuito engloba a Caracha, San Juan Nuevo, Pomocuarán, Nurío, Angahuan, Paracho y Zacán.