Sintagmas

El Sol De Zamora

  · martes 4 de septiembre de 2018

Adriana Mier y Terán

Rosa vs fucsia

“La sororidad es la herramienta que construye fortaleza desdela disidencia y diferencia”.

Arranca el ciclo escolar y con ello el tráfico, filasinterminables y una que otra camioneta que al puro estilo derápido y furioso logra encajar en aquel pequeño espacio queinfortunadamente dejaste escapar al meter el embrague de tuvehículo.

De pronto, cuando estás a punto de llegar a la puerta delcolegio, una bocina despistada hace gala de su estrepitoso eco. Almirar al retrovisor, te percatas de las contorsiones de una jovenque en realidad revelan un “sutil” lenguaje a señasacompañado de un chasquido de dedos. Respiras y avanzas sin darmayor atención al desafortunado episodio altisonante.

Prosigues con tu ruta, así que para distraerte enciendes laradio, cuando el locutor hace mención de una mujer sorprendió asu pareja en la movida; por lo que a golpes y empujones sacó delaeropuerto a la amante en cuestión ante la mirada atónita de lospresentes. Cuando de pronto, una pick up conducida por una dama secierra a tu paso tratando de ganar la preferencia y ocasiona que leatines a uno de los casi inexistentes agujeros “sorpresa” quese camuflan con la lluvia. Resultando en un zangoloteo yrecordatorio materno por hozar volantear para evitar subirte alcamellón.

Te incorporas a la vía ya con un tic en el ojo hasta llegar alexpendio de café. Mientras esperas el servicio, suena la alertadel whastapp y descubres una selecta recopilación enfocada enladies que se enfrentan con sus congéneres a golpes, empujones ymentadas. Así, que pides más azúcar para mitigar el tragoamargo.

Ya para salir, chocas accidentalmente con una señora quien trasrecorrerte de arriba abajo y se sienta con un grupo de amigasquienes a carcajadas realizaban un detallado análisis FODA de lavecina (quien por cierto, era ella). Situaciones que trasciendeninocentes cotilleos, jornadas desafortunadas o episodios dantescosde series televisivas.

Lo cual inevitablemente remite aquella frase perpetuada en los80 inmortalizada por la voz de Ofelia Guilmain: “Entre mujerespodemos despedazarnos, pero nunca hacernos daño”. La cual,solía acompañar con una sutil sonrisa maquiavélica. ¿Acasorefiere a que las mujeres podemos ser crueles de manera inofensivay por ende “destrozar” sin reparar en el daño ocasionado?; oes una mera frase popular que en fondo mitifica la imposibilidad degenerar lazos honestos y afables que resulten en relacionessimétricas de género.

Disección que permite la reflexión. Pues mucho se ha expuestosobre el quehacer de las Instituciones en materia de prevención dela violencia. Pero, qué es lo que se aporta desde la cotidianeidadpara evitar la perpetuación de la misma. ¿Entre mujeres podemosdespedazarnos, sin hacernos daño? Falso. Hay acciones y palabrasque dejan marcas imborrables. Más allá de simulaciones teatrales.(M)

TEMAS