A estas alturas, el Gobierno de Michoacán, tanto el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla como el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, deben tener claro, no exactamente a sentarse a dialogar con normalistas y los llamados maestros democráticos, sino arribar acuerdos y que estos se cumplan a cabalidad por ambas partes.
Más aún, como se sabe, dichos maestros “democráticos”, los que se apegan puntualmente a la política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se han deslindado del Gobierno de México, presidido por Andrés Manuel López Obrador, incluso hasta demandan modificaciones a la última reforma educativa.
Y, como los de la CNTE van de la mano con los normalistas, sus cuadros básicos, ambos adoptan la misma actitud ante sus peticiones que a veces rayan en lo exagerado, llegando algunas hasta lo risible, pretendiendo conservar privilegios obtenidos bajo chantajes a los gobiernos estatales anteriores que mostraban debilidad institucional.
Para los integrantes de la CNTE y para los normalistas, ya sean aspirantes, estudiantes o egresados, sentarse a dialogar con representantes gubernamentales significa que se acuerde de manera satisfactoria sus demandas, ni más ni menos, solo eso; no, no entienden razones de escases de recursos ni el respeto a la normatividad.
Por eso resulta extraño que el Gobierno de Michoacán insista particularmente en los llamados a dialogar a los normalistas, como los llamados a misa, cuando una gran mayoría podemos pronosticar que en las reuniones, cuando se dan, solo son reclamos a tropel de los segundos y la actitud de contención y de defensiva de los primeros.
Y, como se dice, mientras tanto no haya acuerdos, los normalistas, en cualquiera de sus niveles, de manera cínica, libertina, sin ataduras, establecen, impulsan y operan una serie de programadas acciones que llegan a la anarquía y al vandalismo, ante la mirada permisionaria, permisiva, condescendiente, debilitante, de las autoridades.
Ahí están a la vista los vídeos, las imágenes fijas, de jóvenes normalistas bloqueando accesos viales y hasta centros comerciales, paralizando labores de instituciones, reteniendo y saqueando vehículos pesados, y en su paso de manifestación provocando caos en el tránsito y vandalismo con el pintarrajeo de fachadas, a diestra y siniestra.
Cantera
Vaya, al parecer el diputado federal de MORENA, Hirepan Maya, ya hizo las paces con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, al menos eso trató de evidenciar este sábado en su innecesaria, forzada, intervención en el programa federal Haciendo lectura, el cual fue presidido por el director general del Fondo de Cultura Económica (FCE), Paco Ignacio Taibo II. Lo anterior, tras el conflicto creado por un familiar indirecto que sin perfil fue a una subsecretaría de Turismo y luego de un tropiezo, por decirlo de esa manera, fue removida del cargo, causando el enojo del congresista. En el evento mencionado llamó al ex diputado local “nuestro gobernador” y lo calificó de humanista, bueno, aparte de darse sus imperdibles golpes de autoestima.
Canterita
Hasta el momento, con la venia gubernamental, la balcanización de las comunidades indígenas, principalmente purépechas, está en marcha en el territorio michoacano, aunque con escarceos de enfrentamientos violentos que pueden tener mayores consecuencias, de carácter funestas.
Goteo
Y después de lo agudo del Covid-19, como casi todas las demás, las de todos los años, una semana no tan santa…