El paramilitarismo criminal en México se refiere a grupos armados que, aunque no forman parte del ejército regular, operan con tácticas militares y controlan territorios mediante la violencia y la intimidación. El grueso de las víctimas de la epidemia de la violencia letal que padece nuestro país están vinculados a estos grupos.
Estos grupos son cada vez más comunes en las organizaciones criminales que se benefician de actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la extorsión y el secuestro. Según el informe de Insight Crime (2021), estos grupos han evolucionado para convertirse en estructuras altamente organizadas y militarizadas, capaces de desafiar al Estado en términos de poder y control territorial.
Una de las particularidades del fenómeno criminal mexicano pasa por un entrenamiento militar, el uso de inteligencia – contra inteligencia, tecnología y la cooptación de autoridades: si algo mostró muy claro la elección del 2024 fue la violencia política vinculada a los intereses de los grupos del crimen organizado en lo local.
La Dra. Sheinbaum, plantea su estrategía de seguridad basada en su experiencia de la Ciudad de México, sustentada en cuatro pilares: 1. Apoyar a los jóvenes para que no se involucren en la delincuencia; 2. Mejorar las condiciones laborales de la policía; 3. Inteligencia focalizada en delitos de alto impacto y regiones específicas y 4. Establecer una coordinación efectiva entre la policía y la fiscalía.
La complejidad del territorio mexicano es enorme y la próxima presidenta de México, se enfrentará a una hidra de mil cabezas. En Michoacán, en los últimos 3 años se han multiplicado los grupos del crimen organizado, se calcula que operan 14 grupos y en México prácticamente tienen presencia en todo el territorio. El reporte más reciente de la DEA asegura que los carteles en México pueden operar libremente en algunas partes del país, y que “el cártel Jalisco fábrica y trafica drogas con relativa impunidad, sobornando e intimidando a funcionarios gubernamentales, militares y encargados de hacer cumplir la Ley y que también está implicado en el soborno los jueces” (DEA, 2024). Para la clase política del obradorato este informe carece de sustento. López Obrador ha rechazado estos hallazgos.
Entender el fenómeno criminal implica dejar atrás la narrativa de la "guerra contra las drogas", que ha dominado el discurso sobre la seguridad en México durante décadas. Perspectiva que ha quedado obsoleta frente a la realidad actual: México enfrenta un fenómeno macro criminal sostenido por economías ilícitas profundamente arraigadas en lo local. Desde el cobro de piso hasta el tráfico de personas y armas, estas actividades delictivas han evolucionado y se han diversificado, presentando un reto monumental para la gobernabilidad y la seguridad del país en un contexto donde México ocupa el primer lugar en el Índice Global del Crimen Organizado en el Mundo, según Global Initiative.
La Dra. Claudia, se enfrentará a un régimen de gobernanza criminal, impuesto en la gran mayoría del territorio, que se acentuó con una suerte de complacencia del Presidente Obrador y una de las evidencias la podemos encontrar en una investigación de Falko Ernst para Crisis Group, exponiendo los acuerdos informales entre grupos del crimen organizado y actores estatales. Como es el caso de Michoacán. https://www.crisisgroup.org.
La complejidad del fenómeno criminal supera el de la Ciudad de México. Los programas sociales que dice Sheinbaum continuarán para prevenir que los jóvenes participen en actividades delictivas, no han dado resultados como es el caso de Jóvenes Construyendo el Futuro, una gran idea, muy mal implementada. No hay evidencia que demuestre lo contrario.
La próxima presidenta de México se enfrenta a un reto de proporciones históricas. El paramilitarismo criminal representa una amenaza compleja que requiere una respuesta multifacética, que reconozca la gravedad del problema. .
La próxima presidenta tiene la oportunidad de marcar un antes y un después en la lucha contra el crimen organizado, adoptando una postura firme y decidida de cero tolerancia a la violencia y la impunidad, alejándose de la narrativa anterior que insinuaba una complacencia con los grupos criminales.
Especialista en Seguridad Ciudadana con perspectiva de género y tipologías preventivas.