El presidente Andrés Manuel López Obrador ha presumido que el actual es uno de los procesos de transición gubernamental más tersos de la historia, pues cambia de manos dentro del mismo partido político, entre camaradas que comulgan con los mismos ideales, todos los cuales desean la prolongación de la 4T.
Lo cierto es que tan pronto como se ha podido, los grupos internos de Morena han sacado las garras para dirimir diferencias entre ellos, lejos del mundo color de rosa donde todos son hermanos y se prestan sus juguetes.
Veamos el caso de la Cámara de Diputados de la Ciudad de México, donde el nuevo liderazgo de Xóchitl Bravo pidió esta semana al Oficial Mayor despedir a todos los trabajadores de estructura, honorarios y técnicos operativos de confianza del Congreso. Con excepción, claro está, de sus propios colaboradores y los de Carlos Mirón, quien ahora es diputado federal.
Mañana será el último día de pago de todos los trabajadores, sin importar el tiempo que lleven trabajando, sus funciones o la especialización de sus puestos. Despedirán a más de 150 personas, muchas de ellas con años de experiencia en funciones clave y especializadas.
Entre algunos de los problemas que estarían por provocarse por esta arrebata decisión están, por ejemplo, que el sitio web del Congreso se quedaría sin mantenimiento para la actualización de información; comunicación social dejaría de transmitir las sesiones en redes; el personal parlamentario, que apoya a la Mesa Directiva y se encarga de los preparativos para las sesiones ordinarias y solemnes, también se quedaría sin apoyo.
Esto incluye la elaboración del orden del día, el acta, la Gaceta, así como el manejo del sistema para el pase de asistencia, el cronómetro, y las listas de votación y asistencia. Las iPads de los diputados, literalmente, quedarían sin carga y sin personal que las asista ante cualquier problema técnico.
Además, estos despidos masivos no han sido comunicados de manera formal ni anticipada a los trabajadores, y parecen ser completamente injustificados, violando la Ley del Trabajo. Un conflicto laboral para la 4T capitalina, llegando llegando.
Se sabe que esta decisión viene motivada por divisiones internas dentro del grupo parlamentario de Morena, y que la nueva coordinadora no quiere a nadie que no sea de su visto bueno ni que huela a la anterior líder Martha Ávila, de un grupo contrario al suyo.
Y eso sin importar que en estos meses vienen temas importantes como el Informe del Jefe de Gobierno, la toma de protesta de los alcaldes, la toma de protesta de la Jefa de Gobierno electa Clara Brugada, así como la glosa de informes de las diversas secretarías del gobierno de la CDMX. No habrá quien procese tanto trabajo.
Se nos dice que se armarán nuevas estructuras, pero ya corrieron a los que sabían hacer las cosas, y de aquí a que se cubran las respectivas curvas de aprendizaje puede pasar mucho tiempo.
En el USB…
Otro botón de muestra que los morenistas pueden ser también fuertes enemigos entre sí nos los reveló el columnista Hiroshi Takahashi, quien esta misma semana nos contó del fuego amigo que ya está desatado en Chiapas, entre el gobernador saliente, Rutilio Escandón, y el entrante, Eduardo Ramírez, quienes se han encargado de filtrar información negativa el uno del otro. Como por ejemplo que Ramírez es amigo de Raciel López, un viejo político local que ha sido procurador estatal, pero también reo de la justicia acusado de peculado. Morenista sí traga carne de morenista…