Morelia, Michoacán.- El Bosque Cuauhtémoc, en Morelia, alberga cuatro antiguas casonas llenas de historia, pero una destaca por su arquitectura que mezcla los estilos medieval, manierista, prehispánico y art nouveau; y que ha sido motivo para la creación de leyendas desde su construcción a finales del siglo XIX, entre ellas, haber sido bautizada como La Casa de Drácula.
La antigua Casa Catalina, hoy conocida por ser las oficinas de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), se encuentra en el lote 11 del anteriormente llamado Paseo de San Pedro y se identifica por su forma de castillo; cuya fachada estaba cubierta por lianas y enredaderas, lo que le ganó el apodo del vampiro creado por el irlandés Bram Stocker en 1897.
De acuerdo al historiador Salvador Buñez Ledesma, en su documento Pasado y presente del Bosque Cuauhtémoc de la ciudad de Morelia, fue en la década de los años 30 que “la chiquillería moreliana bautizó esta mansión con el nombre de Casa de Drácula por el aspecto que presentaba, semejante a la película de cine mudo de aquellos años”.
En 1922 se estrenó el largometraje de terror gótico Nosferatu: una sinfonía del horror, dirigida por el alemán Friedrich Wilhelm Murnau, quien se inspiró en el personaje de Stocker para su creación; mismo que sería demandado por plagio por la viuda del escritor, Florence Balcombe, razón por la que fue censurada antes de convertirse en una película de culto.
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Otros de los rumores que comenzaron a circular a partir de esto fue que en su interior habitaban seres sobrenaturales. Cuenta el ciudadano Javier Martínez que “cuando era niño y pasaba por esa casa me daba algo de miedo por las enredaderas que le daban un aspecto lúgubre y sombrío, aparte que circulaban comentarios que ahí habían habitado brujas”.
Familia Simmons, medio siglo de vida entre sus paredes
La Quinta Catalina fue mandada construir por el empresario inglés John Osborne Simmons en honor a su esposa Katie De Witt, según el investigador Gustavo Martínez Alcaraz. Además de plasmar sus iniciales en la puerta principal de la residencia. Posteriormente, sería heredada a sus hijos Brench y Brandkley Simmons, indica Buñez Ledesma.
Un dato interesante es que Brandkley Simmons fue propietario de la Lotería de Michoacán, la cual se declaró en quiebra. Mientras que Brench destacaba por ser aviador lo que lo llevó a perder la vida en un accidente aéreo; situación que hizo que su esposa María Luisa Martínez de Simmons quedara como la dueña de la casa.
Pasillos y habitaciones, diversidad de estilos
En una semblanza compartida por la Cofom, se informa que la casa fue diseñada en dos plantas. “La primera destinada a las prácticas comunes de sus habitantes, albergando un pórtico o paragüero, un salón principal con chimenea y un recibidor-fumador. El pasillo integraba los espacios destinados al comedor, la cocina y la despensa”.
En la segunda planta es donde acontecía la vida privada. Contaba con una recámara principal con baño-vestidor, así como dos recámaras que compartían otro baño-vestidor. Estas estaban divididas por un vestíbulo donde había un espacio para guardar loza y vinos, “pues era el lugar para tomar el té, el café o el aperitivo”.
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Su estilo incorporó las técnicas arquitectónicas mencionadas, “destacando su portada de acceso conformada por un muro de cuerpo hexagonal, base de un torreón circular con tres secciones: una arquería, pequeñas ventanas rectangulares y una modalidad de almenas de estilo medieval”, detalla el archivo.
Cofom, actual guardiana de la casona
En 1960, el castillo pasa a manos de la Cofom, que en ese entonces dirigía el delegado Filiberto Torres Caballero, tras ser vendida por María Luisa de Simmons, “compra que fue posible a las aportaciones de los empresarios forestales que sostenían financieramente a la Comisión”.
La dependencia ambiental fue fundada nueve años antes, en 1951, “en el marco de una política conservacionista de los bosques” que apostaba por “dar solución a las diversas problemáticas en materia forestal de la entidad”, menciona la semblanza.
Buñoz Ledesma comenta que la fecha establecida de la inauguración de las oficinas fue el 8 de mayo de 1960, mientras era gobernador del estado, David Franco Rodríguez; y quien ocupaba la presidencia de México era Adolfo López Mateos.
A partir de la adquisición de la finca se comenzaron los trabajos de remodelación “para adaptar las instalaciones”, cuyo encargado fue el topógrafo Alfonso Calderón García, para lo cual se destinaron 439 mil 504 pesos y nueve centavos aplicados en la ampliación y modificación del inmueble.
Lugar de manifestaciones y movimientos sociales
Además de funcionar como las instalaciones de la Cofom, el terreno también alberga las oficinas de la Secretaría de Gobernación (Segob) a donde se han acercado diversos movimientos sociales para exigir sus derechos.
Este es el caso de las y los estudiantes de las Escuelas Normales que acuden a protestar para exigir solución a sus problemáticas; o el actual plantón que mantienen desde hace cinco meses integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (Staspe).
